La CUP permitirá la aprobación de los presupuestos de Barcelona
Maria José Lecha ha anunciado que su grupo se abstendrá en la votación de la modificación presupuestaria en el pleno de este jueves por la tarde.
Esta vez sí: la CUP Capgirem Barcelona desbloquea la actividad parlamentaria del Ayuntamiento de Barcelona. A través de su líder en la capital catalana, Maria José Lecha, el grupo anticapitalista ha anunciado que se abstendrá en la votación de la modificación presupuestaria en el pleno de este jueves por la tarde.
En rueda de prensa junto a los concejales del grupo Josep Garganté y Maria Rovira, Lecha ha anunciado su posicionamiento para facilitar la aprobación de la modificación presupuestaria -que añade más de 275 millones a las cuentas-, que previsiblemente contará con el apoyo de BComú, ERC y PSC y el rechazo de CiU y PP, mientras que C's no se ha posicionado.
Tras recordar que los núcleos de la CUP apostaron por rechazar la modificación presupuestaria hace dos semanas -tras lo que se desconvocó un pleno previsto para el siguiente lunes-, Lecha ha dicho que han negociando siendo conscientes de que se trataba de las "migajas de las migajas", pero que éstas pueden contribuir a mejorar las condiciones de vida de los vecinos con medidas incorporadas a propuesta suya, que representan cinco millones de euros.
"Hemos negociado las migajas, somos plenamente conscientes. En 2017 queremos negociar el pan entero, con unos presupuestos valientes que den la vuelta al modelo de ciudad. Instamos a trabajar desde la valentía de reconocer a quién se debe BComú", ha aseverado Lecha.
"PRESIONES RECIBIDAS"
Ha resaltado que no bloquearán las cuentas después de que el Gobierno municipal haya incorporado fondos para avanzar hacia una renta para colectivos de mujeres vulnerables -a partir de octubre-, hacia el carné de ciudad para personas en situación irregular -que podría aplicarse en diciembre- y hacia remunicipalizaciones, por lo que se abstendrán "pese a las presiones recibidas, desde el chantaje emocional pasando por el insulto y el menosprecio".
"Nos hacían responsables de lo que no se podría lograr si no se aprobaban las cuentas. Ahora los vecinos podrán estar muy atentos de si esto se cumple", ha avisado Lecha, que ha detallado que los cinco millones se han añadido tras las últimas negociaciones, pero que antes de que rechazaran votar a favor hace dos semanas la modificación presupuestaria ya había incorporado partidas de medidas propuestas por la CUP.
Lecha ha dicho que sólo han logrado alrededor del 40% de sus peticiones, que también incluían mejoras en el transporte público; cambiar el modelo y aumentar los fondos para comedores comunitarios; incrementar el deporte de base y disminuir el de élite, e impulsar una red de derechos sexuales y reproductivos -en la que ha se ha aumentado la partida-, entre otras.
Por ello, los núcleos de la CUP -reunidos en su Mesa Política la noche del miércoles- se vieron "lejos" de votar a favor porque no se han logrado diversas de las exigencias del grupo, que pedía también la disolución de la Unidad de Apoyo Policial (USP) de la Guardia Urbana, que cuenta con funciones de antidisturbios, algo que el Gobierno de Ada Colau prevé suprimir en el Plan Director de la Urbana, que previsiblemente se presentará en el pleno de mayo.
GUARDIA URBANA
Garganté ha insistido en que la CUP exige que la USP desaparezca como unidad, mientras que el Gobierno municipal plantea distribuirla en los distritos y modificar algunas de sus funciones, según el edil, que ha asegurado: "Disolverla, como planteaban, en ningún caso lo han puesto sobre la mesa".
Lecha ha resaltado que BComú llevaba en su programa esta disolución y, preguntada por los periodistas, ha atribuido a "paranoias" las acusaciones de la concejal de CiU Sònia Recasens de que la CUP y el Gobierno de Colau habían alcanzado un pacto oculto referente a la Guardia Urbana.
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