Catalunya y Baleares certifican el inicio de una época de entendimiento
Puigdemont ha asegurado que "había que normalizar una relación que debía ser normal".
Catalunya y las Islas Baleares colaborarán para defender sus intereses. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la presidenta del gobierno balear, Francina Armengol, ha certificado el inicio de una época de entendimiento en el Consolat de Mar de Palma, sede del gobierno de las Islas.
Puigdemont y Armengol han inaugurado esta nueva época firmando la reincorporación de las Islas al consorcio del Institut Ramon Llull. El presidente de la Generalitat aseguró que era un cambio necesario: "Había que normalizar una relación que debía ser normal".
Puigdemont y Armengol han mantenido un breve encuentro, tan sólo pocos días después de la que también tuvieron el Palau de la Generalitat con el Presidente valenciano, Ximo Puig.
Según explicaron, los dos gobiernos quieren trabajar juntos en varios frentes: financiación, cultura y el corredor mediterráneo. "Sabemos que nos tenemos a disposición unos a otros. Y nos queremos ayudar", explicaron.
Uno de los puntos clave es el económico. Puigdemont dice que el arco mediterráneo es "un eje de competitividad abandonado por el estado español". Catalunya ya se ha coordinado en este punto con el Valencia y ahora se suman también las Islas.
CAMBIO RESPECTO A LA ANTERIOR GOBIERNO
De hecho, sobre el tema de financiación, Armengol también se ha pronunciado: "Compartimos, desgraciadamente, con Catalunya una situación de infrafinanciación histórica desde el Gobierno de España". Y ha añadido: "Compartimos con los ciudadanos de Catalunya el hecho de ser maltratados de forma bastante estrambótica una y otra vez por el gobierno de España".
Y es que el cambio de gobierno en Baleares es el que ha propiciado este acercamiento después de que en 2012 el gobierno balear del PP decide salir del Institut Ramon Llull por el recelo hacia el proceso soberanista catalán.
Ahora, Armengol espera el apoyo de Cataluña para liderar un cambio del modelo de financiación que corrija el déficit fiscal de las Islas. Entre otros, espera poder incluir el principio de ordinalidad, es decir, que ningún territorio pierda posiciones en el reparto después de aportar dinero al fondo común.
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