Una histórica pastelería de Barcelona cierra después de 74 años

Para la familia Galimany, la pastelería no ha sido solo un negocio, sino un hogar
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La emblemática Pastelería Kessler Galimany, un pilar en el corazón del barrio de Sants durante 74 años, está a punto de cerrar sus puertas para siempre. Fundada en 1950 por Teresa Kessler y Josep Galimany, este negocio familiar ha sido un referente de proximidad y calidad en la calle de Sants, generando recuerdos y endulzando la vida de generaciones de vecinos y vecinas.

Joan Galimany, quien ha estado al frente de la tienda durante 37 años, anunció con pesar la difícil decisión de cerrar definitivamente, según recoge El3.cat. "Todo tiene un principio y todo tiene un final", lamenta Galimany, reflejando la realidad de las circunstancias económicas y las dificultades agravadas por la pandemia. El peso de las nuevas normativas, impuestos y alquileres ha sido demasiado para sostener el negocio, pese al amor y dedicación de la familia por mantener viva la tradición.

La pastelería, que permanecerá abierta hasta el próximo 3 de abril, se despide con gratitud hacia su fiel clientela. Galimany aprovecha estos últimos días para agradecer el apoyo y la fidelidad de quienes han sido parte fundamental de la historia de la pastelería. "Sé que no es la manera más amable ni simpática de cerrar, pero tengo que agradecer que la clientela de este barrio siempre ha sido una muy buena clientela", expresa Galimany.

Para la familia Galimany, la pastelería no ha sido solo un negocio, sino un hogar. Joan recuerda con cariño cómo él y su hermano nacieron en la misma tienda, donde su madre, Teresa, creó un ambiente acogedor para todos. "Todo el mundo la conocía, era una gran persona", destaca emocionado.

El cierre de la Pastelería Kessler Galimany marca el final de una era en Sants, pero también el comienzo de nuevos horizontes para la familia. Con optimismo y determinación, Joan mira hacia el futuro, reconociendo que es hora de "cerrar una puerta y abrir otras", con la esperanza puesta en los proyectos de sus hijos.

Después de más de siete décadas endulzando la vida de la comunidad, la Pastelería Kessler Galimany deja un legado imborrable en la historia del barrio de Sants. Como concluye Joan Galimany, "esta profesión debe amarse", un testimonio del amor y la dedicación que han marcado cada momento de esta travesía.

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