El culebrón del BPA continúa en Andorra

Según ha publicado el Diario de Andorra estos días el testaferro de Gao Ping, el valenciano, Rafael Pallardó entregó al ex director general de BPA cerca de 1,3 millones en metálico en Barcelona.

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Según ha publicado el Diario de Andorra estos días el testaferro de Gao Ping, el valenciano, Rafael Pallardó entregó al ex director general de BPA cerca de 1,3 millones en metálico en Barcelona. Y parece ser que hasta 41 veces se produjo la entrega de dinero a Miguel entre los años 2008 y 2011, tal como se desprende del informe policial que recoge la operativa conocida como compensación, que permitía trasladar dinero de Andorra en España y viceversa sin tener que pasar por la aduana.


Pallardó tenía ingentes cantidades de dinero que debía subir a Andorra -en total fueron cerca de 70 millones de euros-. Esta situación conectaba con la necesidad de clientes de BPA de repatriar dinero en España, especialmente por la crisis. Pallardó entregaba el dinero en metálico al cliente de BPA y automáticamente el testaferro de Gao Ping recibía una transferencia en su cuenta andorrano por el mismo importe (hecha por el beneficiario de la compensación) sin que se pasara un solo euro por la frontera.


Miguel tuvo un papel bastante activo personalmente porque se vio involucrado en compensaciones de hasta 1,3 millones de euros en 41 acciones diferentes. Incluso algunas compensaciones se entregaban en el despacho de las sociedades Sadurinvest, Silkinvest y Equuleus de las que el administrador único es el ex director general de BPA ahora encarcelado. Las oficinas se encuentran en la avenida Diagonal de Barcelona, en el número 620, y allí el dinero eran recibidos por una empleada de otra sociedad de las muchas que tenía el director general de Banca Privada.



Miquel enviaba esta empleada (Marta P.) a recoger dinero de Pallardó en su nombre o por cuentas de clientes que eran gestionados por él. Porque el ex director general de BPA no sólo hacía esta operativa con el dinero de sus cuentas, sino que la puso en práctica para cuentas de otros clientes que él gestionaba. La cifra compensada en nombre de otros es incluso superior a la que hizo en su nombre. Marta P. actúa, según la edil, siguiendo siempre las instrucciones de Miguel. La empleada recibe y entrega efectivo a fin de facilitar la transacción pactada entre el bancario y Pallardó. Los clientes gestionados por Miquel evitaban el contacto directo con el testaferro de Gao Ping.



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Gao Ping está considerado como un jefe de la mafia china en España contra el que actuó la policía española en el caso Emperador. Ping era un empresario con múltiples naves en Fuenlabrada y tenía negocios legales y, según las investigaciones policiales, disponía de una rama a la organización que le permitía conseguir importantes beneficios. Para conseguir pasar los productos importados de China con menos valor del real sobornaba funcionarios. También utilizaba sobornos para que la policía actuara contra los empresarios chinos de la competencia cuando no compraban al mayorista de la organización. Hace de prestamista de compatriotas en España con intereses de usura y utiliza la violencia para cobrar o amenaza a los familiares de quien le debe dinero. Amenazas tanto a los que viven en Europa como en China en caso de que no paguen las deudas.


Los Cierco tienen imágenes para probar las coacciones por el 'caso Pujol'


El agregado de Interior de la embajada española, Celestino Barroso, contactó con Higini Cierco en mayo de 2014 para instarle a mantener una reunión en Madrid con "una gente". La charla entre ambos tuvo lugar en la calle interior de Industrias Montanya. El funcionario español no quiso subir al despacho alegando que la conversación sería rápida. Barroso añadió que si no se aceptaba ir a Madrid a escuchar lo que los debían proponer los bancos donde la familia Cierco era accionista mayoritaria (BPA y Banco Madrid) "morirían". Y Barroso advirtió que los "americanos" ya estaban al caso y sabían cómo hacerlo. Cierco deriva el funcionario hacia Joan Pau Miquel como máximo ejecutivo de la entidad. Barroso pide que se le acompañe en un coche en el banco para mantener la reunión. Miguel, que a partir de entonces se encarga de todas las actuaciones en este tema, se encuentra con Barroso. Y el ex director general de BPA acepta reunirse en Madrid.


Este es, resumido, el inicio del relato que Higini Cierco hizo en la alcalde Canòlic Mingorance en la declaración del 18 de agosto, donde el banquero denunció una trama de coacciones orquestada por miembros de la policía española con el objetivo que BPA facilitara los datos de las cuentas que pudieran tener Jordi Pujol, Artur Mas y Oriol Junqueras, con sus respectivas familias. El banco sucumbirá a las coacciones y entregará los datos de las cuentas de la familia Pujol.



familia Pujol


La familia Cierco, según varias fuentes cercanas al caso, dispone de diferentes grabaciones que demostrarían la secuencia de hechos que explicó Higini ante la alcalde. Por ejemplo, una de las "pruebas" que acabarán aportando para demostrar las coacciones proviene de las cámaras de Industrias Montanya. En el callejón interior donde tuvo lugar el encuentro se registraron las imágenes que posteriormente fueron guardadas. Y este es un punto importante porque, según otras fuentes cercanas al caso, los hermanos Cierco y Joan Pau Miquel tuvieron claro que había que ir teniendo el máximo de pruebas posibles previendo que en un futuro el caso podría estallar.


Otras imágenes que se guardarían corresponden al paso de Barroso por Banca Privada para reunirse con Juan Pablo Miguel. Aunque no se desplazó con el coche oficial de la embajada, las cámaras internas del banco también grabaron una vez entró en el edificio. Lo que no está confirmado es si también fue grabada la conversación entre los dos.


Las acciones desde Madrid dentro de las supuestas coacciones estuvieron más trabajadas en cuanto a no dejar rastro. La supuesta llamada del también agregado de Interior Bonifacio Diaz llega a través de un hombre que pasa el teléfono a la directiva de BPA Rosa Castellón en un bar de Isla Carlomagno. Las supuestas encuentros de Miguel con el ex jefe de asuntos internos de la embajada española Marcelino Martín Blas tienen lugar en Madrid. En la petición de reunión que llega por teléfono a Juan Pablo Miquel el nombre del contacto para la cita en Madrid es "Félix", aunque cuando se produce el encuentro en el hotel Villamagna quien se presenta es Martín Blas. Algunas de las conversaciones donde se pedía la información antisoberanista también podrían estar grabadas.




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