El Govern despilfarra en embajadas mientras la pobreza se cronifica en Catalunya
Ha aprobado la creación de delegaciones en el extranjero en Dinamarca, Polonia, Croacia y Suiza.
Neus Munté y Raül Romeva
El Govern ha aprobado este martes la creación de delegaciones en el extranjero en Dinamarca, Polonia, Croacia y Suiza. El objetivo: cubrir las áreas de los países nórdicos, del báltico, de los balcanes y de Ginebra como ciudad con organismos multilaterales, y seguir adelante con su delirio secesionista.
Y todo esto mientras la pobreza y la precariedad se cronifican, cada vez más, en Catalunya.
En rueda de prensa tras el Consell Executiu, el conseller de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, lo ha atribuido a un doble objetivo: "Explicarnos con voz propia sobre lo que pasa en Catalunya y estar en los escenarios internacionales donde tienen lugar debates de carácter global, en los que queremos participar".
El Consell Executiu también ha aprobado un proyecto de ley sobre la comunidad catalana en el exterior, que, con las cuatro nuevas delegaciones, "concreta una apuesta por mejorar el servicio que la Generalitat otorga a las comunidades de catalanes repartidas en todo el mundo".
La puesta en marcha de las nuevas delegaciones --con las que se completará el mapa previsto por el Govern para Europa-- dependerá de la disponibilidad presupuestaria: "Si disponemos de los recursos la cosa irá mucho más rápido --en referencia a los Presupuestos de 2017--; si se retrasan o son inferiores tardarán un poco más".
En cualquier caso, Romeva ha defendido que serán recursos bien invertidos porque tendrán retorno positivo: "Lo que no tiene sentido es que un país como Catalunya no esté representado en el exterior, porque supone una pérdida de oportunidades" en todos los ámbitos, y ha hablado de generar diplomacia del siglo XXI en la que no se trata de estar en todas partes, sino de llegar a todas partes.
Ha sostenido que se trata de un modelo que pretende ser útil, no decorativo; no ostentoso, sino práctico, adaptado a las necesidades de las empresas y los ciudadanos de Catalunya y de cada zona en la que tenga delegaciones: "Es imprescindible, no hacerlo sería una irresponsabilidad".
Respecto al proyecto de ley sobre la comunidad catalana en el exterior, al que augura un amplio apoyo en el Parlament, ha explicado que potenciará el registro de catalanes residentes en el extranjero y que garantizará el apoyo, asistencia y protección a estos ciudadanos --según las disponibilidades presupuestarias-- y reconocerá el papel que tienen las comunidades catalanas en el exterior --140 reconocidas actualmente-- en el ámbito de la diplomacia para potenciar las relaciones sociales, culturales, económicas y políticas.
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