Ali Ercoskun: "Tras la intentona golpista ha nacido un nuevo espíritu en la sociedad turca"

 

Lledó Barberá.- La noche del 15 de julio de 2016, Turquía fue el centro de todas las miradas. Un intento de golpe de Estado fallido acabó con la vida de más de 200 personas y dejó más de 2.000 heridos. Tres meses después hay más de 32.000 personas acusadas de formar parte del intento golpista y 100.000 personas -militares, funcionarios, profesores, policías y miembros de la judicatura- despedidas o relevadas.

Para conocer de primera mano la situación que vive ahora el país, aprovechamos la visita de Ali Ercoskun, Presidente del grupo parlamentario turco de la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo. "Yo fui uno de los diputados que se encontraba esa noche en la Gran Asamblea Nacional de Turquía y cayeron bombas a 20 metros de la sala. Si esas bombas hubieran caído 20 metros más hacia nuestra sala, quizás no estaríamos aquí ahora", explica antes de empezar la entrevista.

"Incluso la guerra tiene sus propias reglas y no se bombardea un parlamento. La traición fue tan grande que en esta intentona, que sí lo hicieron", relata para añadir que "la intento golpista, orquestada por Fethullah Gülen, fue parada gracias a toda la sociedad y a todos los partidos políticos".

Además, recalca la sorpresa que les supuso la respuesta de Europa y EEUU: "Por lo que sabemos, la democracia es un aspecto común en todos estos países y nos decepcionó el hecho de que tras la intentona golpista, los países europeos y EEUU se mantuvieran tanto tiempo en silencio".

El jueves 6 de octubre, casi tres meses después del golpe de Estado, el Gobierno de Recep Tayyio Erdogan, arrestó a 166 personas más, que se suman a una larga lista. ¿Qué pasará con todos ellos?

La noche del 15 de julio fallecieron más de 200 ciudadanos y más de 2000 acabaron heridos a causa de lo que hicieron estas personas. Se trata de ciudadanos que han sido detenidos ya que existen pruebas que les muestran como culpables. Ahora bien, creemos que todas las personas son inocentes hasta que se demuestre lo contrario y, en ese proceso, los tribunales actuarán de manera justa ya que creemos que es la única forma en la que se puede resolver.

Tenemos pruebas de que estas personas son terroristas pero el proceso se seguirá a partir del Estado de derecho. Hay que tener empatía y ponerse en nuestro lugar cuando se habla sobre este tema. Somos democráticos y esa noche, 80 millones de personas salieron a las calles para intentar parar los tanques, los helicópteros y los aviones que bombardeaban. Esto no lo haría una persona en una situación normal. Queremos que Turquía se gobierne siendo una república y a través de la democracia.

Es importante dejar claro que los hechos ocurridos ese día fueron una verdadera tragedia y que han afectado de forma muy profunda a la sociedad.

Hay más de 32.000 detenido. ¿Cómo es posible que tanta gente se involucrara en la sociedad turca sin levantar sospechas?

La organización dirigida por Fethullah Gülen da instrucciones a sus miembros para que se escondan hasta que llegue el momento y han llevado una vida normal como nosotros con sus estudios, su trabajo, su oficio… Para poner un ejemplo, la persona que fue a detener al Jefe del Estado Mayor fue un comandante que había trabajado casi 20 años con él. Posteriormente, en las declaraciones que hizo, confesó que se había educado desde el colegio con el objetivo de llevar a cabo lo que hizo. Para los miembros de esta organización su objetivo era esconderse hasta poder hacerse con el poder.

¿Cómo va el proceso de extradición de Fethullah Gülen a Turquía?

De momento, se han enviado los dosieres pertinentes dos veces y a finales de mes, nuestro ministro de Justicia, Bekir Bozdag, viajará a EEUU y llevará consigo las pruebas que ya se han enseñado y añadirá nuevas.

¿Ha afectado el golpe de Estado al turismo?

Sí, el turismo se ha visto afectado de forma muy severa. Eso sí, nuestro Gobierno está tomando las medidas necesarias, como la normalización de las relaciones con Rusia e Israel, y gracias a la fuerte estructura de nuestro país, esperamos que en un futuro los daños no sean mayores y recuperemos a los turistas.

Pero, ¿hay una situación de normalidad en el país?

Sí, me gustaría aprovechar esta oportunidad para lanzar un mensaje de tranquilidad. La intentona golpista ocurrió un viernes por la noche y el lunes tanto la Bolsa como las instituciones financieras, públicas y privadas, siguieron funcionando como si no hubiera pasado nada.

Si esto hubiera pasado en un país de Europa, quizás la crisis hubiera sido mucho más profunda pero en Turquía ha pasado todo lo contrario y ha empezado una nueva coyuntura ya que el hecho de que personas de diferentes opiniones políticas estuvieran juntas contra la intentona golpista ha hecho que nazca un nuevo espíritu en la sociedad turca.

Ha mencionado antes de empezar la entrevista la decepción de Turquía con la Unión Europea por su reacción al intento del golpe de Estado. ¿Siguen en pie las relaciones para formar parte de dicha unión?

Sí. Por nuestra parte siguen en marcha y no hay ningún impedimento.

Por lo tanto, ¿son optimistas y creen que se llegará pronto a un acuerdo?

No, no somos muy optimistas ya que en los últimos diez años, países que son más débiles que nosotros tanto como país como económicamente han completado sus procesos de negociación y han pasado a formar parte de la UE. Pero cuando se trata de Turquía, siempre hay nuevas condiciones y nuevos requisitos.

¿Por qué?

Hay ciertos países a los que no les interesa que Turquía sea fuerte tanto como país como en la región y por eso están poniendo impedimentos.

Hemos coincidido ya que está de visita en Barcelona por una reunión de la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo. ¿Qué temas han tratado?

Se han realizado unas reuniones en relación con el Comité de los Derechos de las Mujeres y los principales temas que se han tratado han sido el lugar de la mujer en la política y el de aumentar las cuotas del espacio dedicado a las mujeres en el Mediterráneo.

¿Qué aporta la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo?

El espacio mediterráneo fue en el pasado un lago de paz, un entorno muy importante para el comercio y un centro de civilización. Este centro de comercio y de relaciones se movió hacia el oeste y ahora está volviendo al este por eso, ahora, el espacio del Mediterráneo puede volver a adquirir mucha importancia.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta esta Asamblea?

Para mí, nuestro objetivo principal es aumentar la visibilidad y consideramos que sería necesario que tuviera un secretariado independiente, una agenda también independiente y un presupuesto más fuerte. De hecho, como Turquía, tenemos muchas ganas de ser la anfitriona de un secretariado de este tipo.

¿Cómo se trata el tema de los refugiados?

Yo antes fui el presidente del Comité de Economía durante cuatro años en la Asamblea. En su día, cuando las primaveras árabes, yo ya dije que después de estos acontecimientos podrían darse unas llegadas masivas de refugiados.

Como país, nos ha pasado mucha factura este tema y nos la seguirá pasando. Ahora mismo hay alrededor de 3 millones de refugiados sirios aunque preferimos llamarlos nuestros huéspedes. Hemos gastado 10.000 millones de dólares y seguiremos gastando.

Mientras, la cantidad de dinero aportado por la Comunidad Internacional, la UE y las Naciones Unidas es de 500 millones de dólares. Por este motivo, la UE debe valorar este asunto a través de los derechos humanos y no de sus propios intereses.

Yo creo que se podrá encontrar una solución si se tienen en cuenta los derechos fundamentales y si se aborda de manera sincera. Aquí la palabra sinceridad es lo más importante.

¿Se está haciendo todo lo posible?

Pienso que no. No se está haciendo todo lo posible para zanjar este tema.