Un 50% de las mujeres catalanas están en riesgo de pobreza, frente al 26% de los hombres

 

De izquierda a derecha | Ghassan Saliba, responsable de Cohesión Social de CCOO de Catalunya; Alba Garcia, secretaria de la Mujer y Cohesión Social de CCOO de Catalunya, i Maria de la Fuente, directora de la asociación Instituto para el Estudio y la Transformación de la Vida Cuotidiana (IQ). 

CC.OO. de Catalunya ha alertado este lunes de que un 49,7% de las mujeres catalanas están en riesgo de pobreza según sus rentas individuales. Este porcentaje contrasta claramente con el de los hombres en riesgo de pobreza, que es del 25,7% de los hombres. Lo ha alertado en rueda de prensa la secretaria de Mujer y Cohesión Social del sindicato, Alba Garcia.

Ha citado datos de 2014 de un estudio que encargó CC.OO. a la asociación Institut per a l'Estudi i la Transformació de la Vida Quotidiana (IQ) con el objetivo de dar visibilidad al "sufrimiento" y las desigualdades que percibían en el entorno laboral y social pero que no veían reflejados en los datos estadísticos oficiales.

Para el cálculo del umbral de la pobreza, el estudio 'Feminización de la pobreza' ha contemplado las rentas individuales, bajo el supuesto de autonomía, en lugar del cálculo por hogar que realizan las estadísticas oficiales y que parte de la suposición de que el dinero se reparte de forma igual entre los miembros, ha explicado la directora de la asociación IQ, Maria de la Fuente.

Este umbral se obtiene calculando cada año la media de rentas de la población, y suponiendo que las personas que ingresen menos del 60% de esta cifra están en situación de riesgo de pobreza: si las rentas bajan de forma generalizada, como ha pasado desde el inicio de la crisis, el umbral cae también y se excluye a personas sin que estas hayan visto cambiar sus ingresos y aunque haya aumentado el coste de la vida.

El IQ ha calculado la población en riesgo de pobreza según un umbral inmediatamente anterior a la crisis, el de 2009, y ha revelado que el 49,7% de las mujeres y el 25,7% de los hombres están en riesgo de pobreza, frente al 19% y 18,9% --respectivamente-- que ha calculado el INE.

MUJERES JÓVENES

"La pobreza está creciendo entre la gente joven y de una forma especial entre las mujeres jóvenes", contrariamente al discurso oficial de que la sociedad catalana sale de la crisis, ha afirmado Garcia, que ha situado a las jóvenes como el colectivo más empobrecido, seguido del de los menores y el de las mujeres mayores de 65 años.

La parcialidad derivada de la reforma laboral y los recortes en servicios sociales han "empobrecido" a personas con un contrato laboral parcial y temporal, así como a las personas con más carga de trabajo de cuidados --por ejemplo, el cuidado de un enfermo en el hogar ante la reducción de los ingresos hospitalarios--, y ambos colectivos tienen más representación femenina.

En concreto, el 21,6% de las mujeres y el 7% de los hombres tienen trabajo a tiempo parcial, un porcentaje que aumenta hasta el 49% y el 19% respectivamente entre la población de rentas bajas.

Según una encuesta citada por De la Fuente, las mujeres dedican actualmente cuatro horas diarias a tareas de cuidados de personas y del hogar, frente a las dos que dedican los hombres, una carga mayor en el caso de las mujeres que ha criticado que no se refleja en la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE).

"El 26% de las mujeres trabajadoras son pobres", ha lamentado la representante de CC.OO., que ha reiterado la petición de que se revierta la reforma laboral, así como los recortes en el estado del Bienestar, mientras que ha apostado por la renta garantizada de ciudadanía (RGC) como herramienta para evitar la feminización de la pobreza vinculada a que ellas tienen menos ingresos de pensiones.

De la Fuente ha requerido que "deje de ocultarse" las bajas rentas de las mujeres, tanto en el trabajo como en las pensiones, así como la situación de dependencia que provocan que, además, incluye el riesgo de violencia machista, así como la mayor carga de las mujeres y la disminución de rentas general que ha habido durante la crisis.