Detenido un joven de 19 años por el brutal accidente en Riudarenes: dos motoristas perdieron la vida

 

A las 12:14 del mediodía, el silencio de la carretera GI-555 se rompía de golpe. Una colisión frontal entre un turismo y dos motocicletas convertía un tramo aparentemente tranquilo de Riudarenes en el escenario de una tragedia. Dos motoristas, vecinos de Canet de Mar, perdían la vida al instante. En el asfalto, la escena hablaba por sí sola: las motos destrozadas, el coche con el frontal hundido, y los servicios de emergencia desplegados a toda velocidad.

Pocas horas después, los Mossos d'Esquadra detenían al conductor del turismo, un joven de solo 19 años. Según los primeros indicios, habría invadido el carril contrario por causas que aún se investigan. No había rastro de alcohol ni drogas en su organismo, pero eso no bastó para librarlo de las consecuencias: está acusado de dos presuntos delitos de homicidio por imprudencia grave.

 

Un giro fatal en el kilómetro 7,2

El impacto se produjo en una curva del kilómetro 7,2, un tramo estrecho y sinuoso de la GI-555, conocido por ser especialmente delicado para los motoristas. Según ha informado el Servei Català de Trànsit (SCT), el turismo circulaba con dos pasajeros más, que resultaron heridos de carácter menos grave y fueron trasladados al Hospital Josep Trueta de Girona.

La magnitud del accidente activó un operativo urgente: seis patrullas de los Mossos, tres dotaciones de Bombers de la Generalitat y cuatro ambulancias del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) se desplazaron hasta el lugar. Pero, pese a la rápida intervención, nada pudo hacerse por las vidas de los motoristas.

 

Una estadística que no se detiene

Con esta tragedia, ya son 47 las víctimas mortales en las carreteras catalanas en lo que va de año, según cifras provisionales del Servei Català de Trànsit.