Más de 10.000 corazones unidos por la causa en la Magic Line Solidaria
Más de 10.000 personas han participado en la 12 edición de la caminata solidaria Magic Line de Sant Joan de Déu, celebrada en Barcelona y Lleida este domingo, y en Las Palmas de Gran Canaria y Mallorca el pasado 6 de abril.
Más de 10.000 personas han dado un paso firme por la solidaridad en la 12ª edición de la caminata Magic Line de Sant Joan de Déu, celebrada este domingo en Barcelona y Lleida, y en Las Palmas de Gran Canaria y Mallorca el pasado 6 de abril. Una vez más, la magia del compromiso colectivo se ha hecho sentir, mientras los participantes recorrían ciudades con un único objetivo: ayudar a quienes más lo necesitan.
El evento, que destina el 100% de los fondos recaudados a programas sociales y sanitarios de colectivos vulnerables atendidos por Sant Joan de Déu, ha recaudado una suma esperada de 400.000 euros. Cada paso dado en este recorrido se convierte en un acto de generosidad que respalda a quienes atraviesan situaciones difíciles, reflejando el verdadero espíritu de comunidad.
Este año, la Magic Line se ha propuesto reunir a 14.000 personas en total, con nuevas citas programadas en Madrid y Valencia los próximos 10 y 11 de mayo, lo que significa que aún hay mucho por hacer, pero la energía y la dedicación de los participantes ya se sienten en el aire.
En Barcelona, la montaña de Montjuïc se ha transformado en un escenario de festividad, con música en vivo, teatro, espacios de sensibilización y una emotiva 'botifarrada' solidaria que ha unido a familias, amigos y desconocidos en una causa común. Equipos de entre 2 y 20 personas, organizados con mucha ilusión, han elegido su recorrido y se han preparado con actividades previas para recaudar donativos, todo con el mismo propósito: hacer el bien.
La Magic Line es mucho más que una caminata. Es un símbolo de esperanza, de lucha por un mundo más justo, y de la enorme fuerza que tiene la solidaridad cuando miles de personas se unen. Cada paso dado no solo ha sido un movimiento físico, sino un acto de compasión que, sin duda, deja huella. Y es solo el principio: el camino de la generosidad continúa, y cada paso cuenta..
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