La Constitución cumple 38 años con aires de reforma

Ahora bien, no se vislumbra que a corto plazo vaya a arrancar el procedimiento porque siguen sin haber acuerdo ni siquiera sobre cuándo ni cómo acometerla. 

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La Constitución Española cumplirá 38 años el próximo día 6, aniversario del referéndum en que fue aprobada, y pese a que el Congreso actual es el más proclive a actualizarla, no se vislumbra que a corto plazo vaya a arrancar el procedimiento porque siguen sin haber acuerdo ni siquiera sobre cuándo ni cómo acometerla.


El PSOE ha anunciado una iniciativa para activar el proceso creando una subcomisión que empiece por citar a expertos en el Congreso, pero Ciudadanos prefiere que ese trabajo empiece fuera del Parlamento con una mesa de partidos, mientras que el PP y Unidos Podemos se mantienen a la espera y no piensan dar ningún paso 'motu proprio' y los independentistas directamente se borran del debate.


Conforme a lo establecido en la Constitución, la reforma de la Carta Magna exige unos requisitos especiales: los proyectos deben ser aprobados por un apoyo de tres quintos de cada cámara (lo que en el Congreso supone sumar al menos 210 votos) y tienen que ser sometidos a referéndum si lo piden un mínimo de 50 diputados o si afecta al Título Preliminar (la definición de España), al capítulo segundo del Título I (Derechos Fundamentales) o al Título II (la Corona); en estos tres casos se necesita además disolver las Cortes y que el nuevo Parlamento refrende la reforma.


En su respuesta del miércoles al dirigente de Podemos Íñigo Errejón y en su comparecencia del jueves ante la Comisión Constitucional, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se mostró dispuesta a estudiar las propuestas de reforma constitucional, si bien aconsejó prudencia recordando la necesidad de que haya un amplio consenso.


"HAY IMPORTANTES DIVERGENCIAS", CONSTATA EL GOBIERNO 


Según expuso, hay que ir "construyendo poco a poco y paso a paso", y por ahora "no hay mucho consenso en cuanto a las soluciones". "Hay importantes divergencias y la Constitución tiene que servir a 46 millones y medio de españoles --explicó--. O nos ponemos en esa perspectiva o podremos hacer unos discursos de un gran calado constitucional y cada uno defenderá lo suyo".


En similares términos se han pronunciado los ponentes del PP. El portavoz, Rafael Hernando, dijo este viernes que, aunque se habla mucho de la reforma constitucional, lo cierto es que nadie ha concretado una propuesta. Y hasta entonces, el PP no tiene prisa y se reserva.


Hasta el momento, sólo el PSOE tiene anunciada una iniciativa para activar el procedimiento de reforma constitucional. Su propuesta es crear una subcomisión de estudio que recabe la opinión de expertos, que pida los correspondientes informes a los órganos constitucionales y que escuche la opinión de las comunidades autónomas y las ciudades con estatutos de autonomía.


El PSOE no presenta una propuesta de reforma, sino que quiere escuchar y, con esas opiniones, la subcomisión deberá iniciar "con carácter inmediato" un proceso de diálogo y de búsqueda de los acuerdos necesarios para delimitar los aspectos compartidos para la reforma constitucional.


Confeccionado el marco, comenzaría a diseñarse un informe que debiera salir adelante con consenso, para lo cual los socialistas piden "recuperar entre todos el espíritu de generosidad y de compromiso de la Transición". "Este puede ser el gran proyecto político compartido por todos en esta legislatura", sostiene Gregorio Cámara.


CIUDADANOS TIENE MÁS PRISA EN REFORMAR LA LOREG 


El método difiere del que viene pidiendo Ciudadanos, cuyo presidente, Albert Rivera, prefiere empezar por crear una mesa de partidos al margen del Parlamento para trata este asunto y después, una vez testada la posibilidad de consenso, abrir la reforma las Cortes con una subcomisión. Pero antes que tocar la Constitución, el partido naranja quiere poner en marcha la revisión global de la Ley Electoral.


En su pacto de investidura, el PP y Ciudadanos se comprometieron "a estudiar la actualización del texto constitucional para la mejora de la Norma Fundamental que ha deparado que la sociedad española haya disfrutado del más prolongado periodo de prosperidad de su historia". A tal fin, los dos partidos toman como referencia el informe que preparó el Consejo de Estado en febrero de 2006, que entonces se limitaba sólo a la ordenación de competencias autonómicas, la denominación de las comunidades, la sucesión de la Corona o la mención a la Unión Europea.


Desde Unidos Podemos vienen insistiendo en la necesidad de "ampliar" la Constitución y hace un año presentaron hasta cinco posibles ejes para la reforma, pero por el momento no tienen intención de presentar ningún texto en el Congreso ni de pedir la creación de una subcomisión, pues son conscientes de que no se vislumbra consenso. En principio, se mantienen a la espera.


Sus socios de En Comú, según asegura Xavier Domènech, ven en el proceso constituyente una oportunidad para resolver el problema catalán y prefieren empezar por crear un grupo de trabajo en el Parlamento específico para analizar las demandas soberanistas de esa comunidad e ir abriendo camino al reconocimiento de la realidad "plurinacional".


Sin embargo, los partidos independentistas catalanaes ya se han 'borrado' de la reforma constitucional. La portavoz de Justicia de ERC, Ester Capella, lo dejó claro ante Santamaría: "En segundo lugar, en materia de reforma de la Constitución, no cuenten con Esquerra Republicana. Ya se lo hemos dicho por activa y por pasiva: Ya no estamos en esta línea".


Y el portavoz de la antigua Convergència, Francesc Homs, ya ha indicado que no se cree que una reforma constitucional sirva para contentar a Cataluña: "Ni Estado descentralizado, ni puñetas", resumió el pasado jueves.

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