La sanidad pública ofrece menos empleo estable que la privada
193.000 personas tienen contratos temporales, cifra que supera la media general, la de la sanidad privada y la del conjunto de sectores públicos no sanitarios.
193.000 personas en el Sistema Nacional de Salud (SNS) tienen contratos temporales. Esta cifra supone el 31,6% y supera la media general de la temporalidad -situada en el 26,96%- así como la registrada en la sanidad privada o en el conjunto de los sectores públicos no sanitarios.
Así lo destaca CC.OO en un informe, realizado en microdatos de la Encuesta de Población Activa. En él también señalan que el SNS tiene “tres problemas significativos”: su tasa de temporalidad es excesiva por el elevado número de interinidades acumuladas; la temporalidad es dual -junto a las interinidades prolongadas hay una temporalidad de intensa rotación-; y los contratos temporales tienen una antigüedad excesivamente alta.
Además, los contratos temporales han ido creciendo tanto en términos absolutos como relativos desde 1999 como efecto de un doble fenómeno: el incremento de la demanda y los límites a la reposición de efectivos y a la generación de nuevo empleo. De esta forma, el crecimiento del empleo se ha sustentado en la contratación temporal: de hecho, entre 1996 y 2016, ha supuesto el 52% del empleo creado.
Según explica el sindicato en el informe, la tasa de temporalidad es superior a la que se observa en el resto del sector público y ha sido así a lo largo del periodo analizado (1989-2016), con diferencias que se han ido agrandando, por lo que las explicaciones sobre lo que ocurre en la sanidad pública deben ir más allá de límites a la tasa de reposición, que también afectan al resto de las administraciones públicas.
La temporalidad se produce con mayor intensidad en la atención especializada que en la primaria: según el promedio de los últimos doce meses, la especializada tiene una temporalidad del 34,0% frente al 23,2% de la primaria. En parte, esto se explica porque en la especializada se concentran los contratos vinculados a la formación especializada, pero aunque no se tuvieran en cuenta esto, la tasa de temporalidad sería del 30,5%.
DIFERENCIAS ENTRE COMUNIDADES
La media de temporalidad del SNS para el conjunto de España en los últimos doce meses es del 31,6% pero entre comunidades autónomas -principales responsables de la gestión de los recursos-, hay una gran disparidad: el 59,7% de Canarias contrasta con el 17,7% de La Rioja, aunque en este último caso, la muestra de la EPA no es suficientemente representativa, lo que también afecta a Ceuta y Melilla.
En la sanidad pública trabajan 17.000 personas con contratos de aprendizaje, formación o práctica, un 9,0% del total del empleo temporal, concentrándose el 90,8% en la franja de edad hasta los 34 años. Algo lógico teniendo en cuenta la formación especializada en los campos de biología, enfermería, farmacia, medicina, psicología, química y radiofísica (regulados por una relación laboral especial).
Sin embargo, en la sanidad privada este tipo de contratos supone el 6,1% del total de los temporales y el 94,3% se concentra entre los menores de 34 años; sobre todo, entre los menores de 25 años porque su base no está en la formación sanitaria especializada sino en los contratos formativos previstos en el artículo 11 del Estatuto de Trabajadores.
También hay una excesiva antigüedad en la temporalidad. El 65% lleva más de tres años trabajando como temporal, y casi un tercio más de diez años. Una antigüedad que se produce tanto en los interinos (el 70,3% tiene más de tres años de antigüedad y el 38,1%, más de diez) como entre el resto de temporales (el 58,9% tiene una antigüedad superior a los tres años y el 25,8% supera los diez, a base de encadenar contratos).
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