La instrucción de Garzón en el caso Petroria en entredicho

Pascual Vela, exdirector gerente de Servicios de Santa Coloma imputado en el caso Pretoria y desimputado por el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, estudia presentar un demanda de responsabilidad profesional contra Baltasar Garzón y verá junto a su abogado si hay un mal funcionamento de la administración de justicia y si cabe una reclamación via contenciosa.
 
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Pascual Vela, exdirector gerente de Servicios de Santa Coloma imputado en el caso Pretoria y desimputado por el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, estudia presentar un demanda de responsabilidad profesional contra Baltasar Garzón y verá junto a su abogado si hay un mal funcionamento de la administración de justicia y si cabe una reclamación via contenciosa.
 

El exdirigente lamenta haber pasado tres años bajo sospecha y haber sufrido las consecuencias de la llamada 'pena del telediario' en declaraciones a Rac1.

Entre las consecuencias que denuncia se encuentra la falta de apoyo del PSC, del que señala una "reacción muy violenta por parte de la dirección general socialista" que en ningún momento "creyeron en la presunción de inocencia". Sin embargo, Vela ha agradecido el trato dispensado por la Generalitat de Catalunya en este periodo: "Yo era funcionario de la Generalitat en excedencia. He recibido un trato exquisito por parte de la institución", ha valorado.


Vela estaba acusado de haber manipulado la adjudicación de las obras de una guardería; de haber intervenido para alterar la adjudicación de dos puestos de trabajo en el municipio, y finalmente, de haber desviado fondos europeos, sin embargo, el juez Ruz resolvió el pasado día 24 de abril archivar su causa y la de otros ocho imputados sobre los 20 que inculpó Garzón.

El exdirector gerente de Servicios de Santa Coloma, ha dicho sentirse muy liberado tras el archivo de la causa contra él: "La imputación me ha cambiado la vida absolutamente", porque "te quedas absolutamente aislado dentro de un calabozo", ha explicado. De hecho, ha arremetido contra Garzón por el trato que recibió tanto él como el resto de imputados que tuvieron que soportar ser fotografiados mientras bajaban del furgón policial esposados cuando normalmente los detenidos son conducidos directamente a las dependencias sin obligarles a ser expuestos públicamente. Además, ha reprochado el proceder del juez Garzón, que sólo le dio 24 horas para pagar una fianza de 25.000 euros en efectivo, por lo que tuvo que recurrir a la ayuda familiar.

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