"Hay un momento en la vida en que ya podemos decir lo que queremos"

Para quién no te conoce. ¿Quién es.Joan Estrada?.
Soy una persona que me dedico desde hace muchos años al mundo de la cultura, me considero un agitador cultural. En los años 70, en los años de la transición entre Franco y Convergencia, de eclosión de las Ramblas, yo dinamicé la Rambla en la cúpula Venus. Me he dedicado siempre al mundo de la cultura en sus vertientes del cine y la televisión. El año pasado, a parte de estar presente, trabajando en la Sala Muntaner, hice algo que creo que fue importante la Carpa de Rambleros que se montó en las Ramblas de Barcelona, que era un homenaje, un recuerdo a aquellos años de eclosión de una Barcelona. Entonces para quién no me conozca, soy una persona que me dedico al mundo de la cultura, soy un agitador cultural e ideológicamente soy absolutamente de izquierdas. Evidentemente, lo he sido siempre y cada vez me radicalizo más.

¿Ahora en que estás metido?
Estoy intentando por una parte repetir la historia de Rambleros, este año es un poco más complicado al haber la crisis los sponsors cuestan un poco más. Después sigo programando la Sala Muntaner y tengo algunos otros proyectos. Además estoy metido en un grupo que se ha formado de gente que decimos, pregonamos y queremos que Barcelona siga siendo de izquierdas.

¿Cómo ha cambiado Barcelona desde los tiempos que antes nos mencionabas hasta ahora?
Yo creo que aquella Barcelona de la que te he hablado es inigualable, inenarrable porque hay una cosa muy clara, fue un momento en el cual todo el mundo buscaba la libertad, afloraban las ideas. Fue una Barcelona que creo que es absolutamente irrepetible, aquella Barcelona ya es irrepetible.

Y desde entonces, Joan, ¿cómo ha evolucionado?
A ver, se nos está intentado vender por parte de la derecha y además de una derecha que en estos cien días de gracia, creo que han demostrado clarísimamente su talante o sea su manera de funcionar, lo principal es desmontar todo lo que se ha podido hacer. Yo creo que no se perdona el hecho que durante siete años haya habido un gobierno progresista, esto no se perdona y se demuestra con hechos. El cargarse el Memorial Democratic, por ejemplo. Pero básicamente no porque se han hecho las cosas mal, sino que se considera, la derecha de este país, en Cataluña igual que la de España, las derechas para mi siempre son derechas. Una lo hacen con las cuatro barras y el burro y los otros con la roja y el toro. La derecha no deja de ser derecha y acostumbra a tener la mala costumbre de pensar que son los dueños de los países. Y claro convergencia no soporta que durante siete años, para ellos "estos son los okupas, estos que han estado aquí siete años".

¿Qué quieres decir?
Una de las falacias que intentan vender las derechas es decir treinta y dos años de gobierno socialista en el ayuntamiento de Barcelona. Y sí, pero con una diferencia con respecto a Convergencia, que en estos años ha habido cuatro alcaldes. Cuatro, quiere decir cuatro modelos. Cuando Narcís Serra fue el primer alcalde democrático el alcalde Jordi Hereu iba con pantalón corto. Han pasado Narcís Serra, ha pasado Pasqual Maragall, ha pasado Joan Clos y ahora está Jordi Hereu. No tiene nada que ver con el gobierno de Cataluña, que en veinte y tres años, gobernó siempre Jordi Pujol. Ahora no solamente han hecho el impás de Artur Mas, que es el hombre de paja, porque está claro que el segundo de a bordo es el hijo, es Oriol Pujo. O sea, que no se tapan de ninguna manera y que son absolutamente claros, con lo cual se demuestra que en España los Borbones y en Cataluña los Pujoles. Y Cataluña es su masía, su finca particular.

Entonces, para ti ¿que ha cambiado de aquella Barcelona?
Hay una Barcelona antes de la Olímpiada y una postolímpica. Si que es verdad que la Barcelona culturalmente que hay ahora es una Barcelona bastante servil, bastante por la vía fácil. Siempre se dice que en los tiempos difíciles es cuando se agudiza el ingenio, cuando las mentes se nos despiertan y como no hay dinero lo solucionamos con ingenio. Pues ahora todo el mundo, ahora va detrás del tema de las subvenciones, todo el mundo si no se puede hacer una cosa. Hay empresas culturales "superprotegidas", por unos y por otros. Empresas que además no tienen ningún pudor en ponerse la camisa y la chaqueta que toca en cada momento. O sea que se disfrazan de conservadores o de progresistas según por donde dé el aire. Yo creo que con esto vamos a tener que convivir ya, o sea esto es lo que toca. Si que es verdad que la sociedad, es una sociedad acomodada, y ahora está un poco más inquieta por la crisis.