Antifrau lamenta que la corrupción ya supone un 1% del PIB
La Oficina pide trabajar en la recuperación de la confianza y la buena reputación de los órganos gestores y de control de los recursos públicos.
Las páginas de los periódicos están llenas de casos de corrupción. La población cada vez se muestra más indignada y ahora se ha revelado cuánto cuestan todos estos casos. El miembro del comité de dirección de Transparencia Internacional, Manuel Villoria y el director adjunto de la Oficina Antifrau de Catalunya, Joan Xirau revelaron que la corrupción supone el 1% del PIB español, cifra a la que hay que añadir las inversiones que no se realizan por la falta de confianza que provoca.
Las declaraciones las hicieron en el transcurso de la jornada Auditoría, Gobernanza y Compliance en el sector público celebrada el Colegio de Censores Jurados de Cuentas de Cataluña (CCJCC). En las ponencias su presidente, Daniel Faura, pidió la inclusión en las agendas de las instituciones la recuperación de la confianza y la buena reputación de los órganos gestores y de control de los recursos públicos.
En la inauguración de la jornada, la consejera de Gobernación, Administraciones Públicas y Vivienda, Meritxell Borràs, se refirió a la alarma social que existe en torno a la corrupción. "Hay que educar en valores desde la base, pues nos referimos a una problema que es social, cultural y no se puede combatir sólo con unas medidas de control que son imprescindibles", concluyó Borràs.
El Síndico Mayor de la Sindicatura de Comptes de Catalunya, Jaume Amat, destacó que "la sociedad exige a las instituciones que le den seguridad y una mayor transparencia, y para ello es necesario que las instituciones dediquen más recursos para poder dar respuesta a esta exigencia y ganar en eficiencia ".
LA SEGUNDA PREOCUPACIÓN DE LOS CIUDADANOS
El vicepresidente del CCJCC, Antoni Gómez, destacó el hecho de que la corrupción ocupe el segundo lugar entre las preocupaciones de la ciudadanía, sólo superado por el paro, y defendió "un nivel de exigencia cada vez mayor por parte de los ciudadanos para lograr que se produzcan cambios en el organismos públicos ". En este sentido, David Velázquez, director del programa de Compliance de ESADE, aseguró que "los entes públicos, por sí mismos, no son responsables de los escándalos que se puedan producir, pero que estos si que afectan de forma importante su reputación ".
Velázquez afirmó que España fue uno de los últimos países europeos en dotarse de una legislación destinada a prevenir la corrupción, pero que la que tiene es una de las más claras y estrictas de Europa, "ahora hay que dar un empujón para hacer que la legislación se convierta en realidad, lo que supone incrementar los recursos económicos, por un lado, pero también un cambio cultural dentro de las propias empresas que permitan, por ejemplo, que uno de los criterios de promoción del personal de una empresa sea el cumplimiento de determinados valores éticos ".
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