El fiscal concluye que Fèlix Millet y Jordi Montull expoliaron al Palau más de 22 millones
En la trama del expolio del Palau de la Música existía, según el fiscal, un círculo sociopolítico muy determinado en el que "parece que la bandera justifica casi cualquier atropello con la cartera".
El fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled ha espetado en su informe al final del juicio que en la trama del expolio del Palau de la Música existía un círculo sociopolítico muy determinado en el que "parece que la bandera justifica casi cualquier atropello con la cartera".
"De unos años a esta parte, todo el mundo a rasgarse las vestiduras. Pero las vestiduras se tenían que haber rasgado muchísimo antes", ha considerado el fiscal este lunes en la introducción de su informe final del juicio, que está previsto que desarrolle durante los dos próximas sesiones.
Ulled ha calificado estos diez años --de 1999 a 2009, los que abarca el escrito de acusación-- de nefastos en la gestión del Palau, y que muestran una fotografía social y política concreta: "Y es una fotografía social demoledora".
Por ejemplo, ha aludido literalmente al patético papel de las administraciones públicas que debían controlar la institución, expoliada por su entonces presidente, Fèlix Millet, y por su 'número dos', Jordi Montull, sobre quienes ha dicho: "Ha quedado plasmada la prepotencia de mucha gente que se creía intocable".
Ha hecho hincapié en que las administraciones públicas no detectaron las irregularidades de Millet y Montull en una década de expolio pertrechado en el Palau: "No han sido capaces de ver nada. Cantidades inusitadas de dinero que salían en forma de cheques de una institución pública".
También ha cargado contra la empresa que auditaba el Palau de la Música, que "no ha sabido y no ha querido ver un cúmulo de irregularidades", y que prescindió de poner atención a aspectos de riesgo en la gestión, como que las tres instituciones del Palau las controlaban las mismas personas.
"No fueron capaces de detectar que salieran de la Fundació siete millones de euros en cheques en nueve años. O lo vieron y les pareció lo más normal del mundo", ha añadido el fiscal, que también ha puesto de ejemplo que, con el gasto de 'mailing' del Palau, podrían enviar cartas a todo el planeta.
EL FISCAL CONCLUYE QUE MILLET Y MONTULL EXPOLIARON 22 MILLONES
El fiscal del caso del Palau de la Música ha cifrado en 22.731.817 euros el expolio de la entidad musical por parte del que era su presidente, Fèlix Millet, y su mano derecha, Jordi Montull, y que se desconoce el destino final de 9 de estos millones.
En la exposición del informe final durante la sesión del juicio de este lunes, el fiscal Emilio Sánchez Ulled ha mostrado un cuadro que resume las disposiciones irregulares en efectivo desviadas del Palau, en total 23.451.575,45 euros, una cifra a la que resta 719.758,45 euros que fueron para pagar en negro a colaboradores.
Así, según sus cálculos, el total de dinero desviado de manera criminal fueron los más de 22 millones, de los que 3.741.898,83 euros presuntamente fueron comisiones ilícitas cobradas por CDC, según el fiscal.
También ha expuesto que la investigación ha permitido destapar que Millet se apropió de 7.021.245,52 euros, Jordi Montull 1.318.443,09 euros, y otros 9 millones siguen teniendo un destino desconocido.
Precisamente de estos 9 millones con destino desconocido, ha indicado en su exposición que está "clarísimo" que los acusados dispusieron ilícitamente de ese dinero.
Ulled ha cargado con dureza contra otros responsables secundarios que permitieron que ocurriera el saqueo de la entidad, como trabajadores del Palau con su "servilismo", auditores, contables y responsables de entidades bancarias.
MECANISMO DEL EXPOLIO
El fiscal ha explicado que los acusados Millet y Montull expoliaron con varios mecanismos, como el cobro de dinero en efectivo a través de cheques en ventanilla que se ingresaban después en la caja de seguridad de Millet y se consignaba en su libro de cuentas personal --incautado durante el registro--, que reflejaba "su ajetreada vida económica con un nivel de meticulosidad envidiable".
Respecto a este método, el fiscal se ha mostrado "estupefacto del grado de indolencia de los responsables de las entidades bancarias" al no dejar constancia de quién cobraba cheques en efectivo de hasta 300.000 euros, lo que contraviene la normativa interna de los bancos y de la normativa antiblanqueo.
"Estas retiradas, a un director de sucursal medianamente constituido debían parecerle sospechosas", ha insistido el fiscal, que ha resaltado que en la Via Laietana barcelonesa podía haber atascos de conserjes --quienes cobraban los cheques-- con dinero en efectivo, lo que para él suponía un trasiego inaudito.
Otro mecanismo fueron las obras en sus casas particulares -3,3 millones-- que facturaban como realizadas para el Palau modificando los conceptos en facturas modificadas mendazmente que ha mostrado en el juicio: "Un detallito folclórico".
Además, ha destacado que los dos principales acusados se adjudicaron sin ningún derecho unos incentivos -"Llámenle bonus, llámenle botín"-- que cobraron primero con cheques en efectivo y después a través de empresas pantalla a nombre de sus esposas: Bonoima, Aysen (Marta Vallès) y Aurea Úrsula (Mercedes Mir).
El fiscal ha lamentado que los acusados cobraran ese dinero extra "porque yo lo valgo" y ha criticado que quisieran tener incentivos por resultados en una entidad sin ánimo de lucro como el Palau.
Además, los acusados destinaron más de 500.000 euros del Palau a viajes exóticos con sus familias a Maldivas, Kenya, Dubai, Pukhet y El Cairo, entre otros destinos, y Millet gastó a cuenta del Palau 164.000 euros para las dos bodas de sus hijas Layla y Clara, que se casaron en la institución musical.
Sobre este punto, el fiscal ha lamentado irónicamente lo que considera clara y patente desfachatez de la justificación que dio Millet de que quería hacer propaganda del Palau como sitio para bodas: "Según él, era la mejor campaña para que todos corriéramos enloquecidos a casarnos en el Palau".
NO SÓLO CONFESIONES
Sánchez Ulled ha aludido a las confesiones en juicio de Millet, Montull y de la hija de éste y entonces directora del Palau, Gemma Montull, que aseguraron en juicio que CDC cobró comisiones de Ferrovial a través de la institución y que admitieron en parte el expolio del Palau, aunque no el supuesto fraude a Hacienda.
En este sentido, el fiscal ha dejado claro que no sólo las confesiones acreditan la trama delictiva, sino que estas declaraciones corroboran las pruebas practicadas en el juicio, que para él confirman tanto el expolio como una financiación ilegal de CDC.
Ha ironizado con que el juicio se celebre, precisamente, en la Ciudad de la Justicia, una de las obras por las que supuesta CDC cobró comisiones irregulares: "Resulta peculiar que estemos celebrando el juicio dentro del objeto del delito".
Son algunas consideraciones que el fiscal ha puesto sobre la mesa antes de empezar a detallar su informe, que ha dividido en tres partes: el expolio de Millet y Montull en su beneficio; la supuesta financiación ilegal de CDC, y los delitos contra la Hacienda de los exmandatarios del Palau.
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