UGT apuesta por un cambio de modelo turístico para combatir la turismofobia

El sindicato denuncia los ataques que ha sufrido el sector en Catalunya, País Vasco y Baleares y propone soluciones para reducir la tensión como apostar por un turismo cultural, histórico y desestacionalizado.

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Turistas 2

 

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UGT ha rechazado los actos de protesta violentos que se están produciendo en algunas zonas turísticas de España porque la violencia "no puede ser una forma de denuncia", si bien ha reiterado la "imperiosa necesidad" de actuar sobre el modelo turístico español para conseguir que sea "sostenible y de calidad".


En una nota, el sindicato aboga por erradicar la explotación laboral del modelo turístico, darle calidad, sostenibilidad, y hacerlo compatible con los derechos ciudadanos en las zonas turísticas, un debate que "no está en el enfrentamiento entre nativos y foráneos, sino en la falta de actuación política".


El sindicato considera que es necesario reconducir la situación del sector turístico que, actualmente está generando rechazo entre la población de algunas zonas de España como Barcelona, San Sebastián, Palma de Mallorca e Ibiza, por la masificación y las políticas que "han permitido la explotación laboral, el fraude fiscal, la degradación de los entornos urbanos, y la sobreexplotación de los espacios naturales".


Para la organización sindical es preciso un cambio de políticas, puesto que "no se trata de contabilizar, simplemente, cuántas personas visitan nuestro país sino qué es lo que aportan". "Esta situación tiene un impacto directo y negativo sobre la calidad de los servicios y el empobrecimiento de la actividad turística. 


La sobresaturación y la aglomeración han conllevado daños en el bienestar y la convivencia en determinadas poblaciones", denuncia.


UN CAMBIO DEL MODELO


De esta forma, UGT apuesta por desarrollar un cambio de modelo, una estrategia turística común, a través de una reconversión integral del sector con implicación de las administraciones públicas, y desde el diálogo social, cambiando el actual modelo de sol, playa y ocio a bajos precios, que da "evidentes síntomas de agotamiento", y sustituirlo por otro en el que prime un turismo de calidad, de alto valor añadido, desestacionalizado, que haga uso "eficiente y eficaz" de las nuevas tecnologías, y que apueste por la formación de sus trabajadores y trabajadoras y la mejora de las condiciones laborales.


Por ello, aboga por potenciar elementos como el patrimonio cultural e histórico, el paisaje, la biodiversidad o la gastronomía, así como impulsar la estabilidad laboral de los trabajadores del sector turístico mediante una interrelación "eficaz y efectiva" de las diferentes modalidades de turismo.


También ve preciso repercutir beneficios empresariales en incrementos salariales de los trabajadores y una inversión real en formación de trabajadores que aporte calidad y cualificación al propio sector. Potenciar, entre otras, la figura del trabajador fijo discontinuo, que combina la temporalidad del sector con las garantías jurídicas de continuidad en el empleo.


Igualmente, aboga por desterrar la cultura de la externalización de servicios como vía para la precarización de las condiciones laborales y diversificar el sector con propuestas de calidad que ofrezcan otras alternativas de tipo cultura, gastronómico o rural.

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