La comunidad internacional condena la prueba con una bomba de hidrógeno de Corea del Norte
La comunidad internacional teme que la dictadura de Kim Jong-un logre disponer de tecnología militar nuclear | Esta prueba ha tenido más potencia que las anteriores.
Kim Jong-un visita un laboratorio militar en Corea del Norte.
La supuesta prueba norcoreana de una bomba de hidrógeno compatible con un misil balístico intercontinental (ICBM) ha levantado una oleada de críticas de la comunidad internacional, que teme que la dictadura de Kim Jong-un logre disponer de tecnología militar nuclear.
Aunque no se ha confirmado el éxito del ensayo proclamado por Pyongyang, la ONU ha informado que ha tenido más potencia que los anteriores. De hecho, ha llegado a producir un seísmo de alrededor de seis grados de magnitud con epicentro en la provincia fronteriza con China, donde está ubicada la base de pruebas nucleares de Punggye-ri.
La Organización del Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBTO) –organismo autónomo de la ONU con sede en Viena– ha confirmado que ha detectado un “inusual evento sísmico” con una magnitud “más fuerte que en las anteriores pruebas nucleares declaradas” del país asiático. La CTBTO, a la que Corea del Norte no está adherida, dispone de una red de unas 300 sofisticadas estaciones de medición repartidas por todo el planeta, con la que detecta en tiempo real variaciones sísmicas y de contaminación atómica.
Por el momento, el CTBTO no ha confirmado que sus estaciones hayan registrado en Corea del Norte radionucleidos (partículas radiactivas) en el aire, lo que sería la confirmación definitiva de que se trató de una ensayo nuclear. Según el primer análisis de la información disponible hubo dos detonaciones, una más fuerte a las 03.30 GMT y una menos fuertes 8,5 minutos más tarde.
“Si se confirma que fue un ensayo nuclear, este acto indicaría que el programa nuclear de Corea del Norte está avanzando con rapidez”, ha advertido el secretario general de la CTBTO, Lassina Zerbo. “Constituye una nueva quiebra de la norma universalmente aceptaba en contra de las pruebas nucleares, que ha sido respetada por todos los países menos uno desde 1996”, ha señalado. El tratado de la CTBTO aún no se encuentra formalmente en vigor ante la falta de ratificación de ocho países con importantes programas nucleares, como Estados Unidos, China, Irán o Israel.
Por otra parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha condenado “enérgicamente” el nuevo ensayo nuclear de Corea del Norte y ha instado a Pyongyang a poner punto final a su programa atómico. “ Se trata de otra flagrante violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, ha declarado en un comunicado el político noruego. En ese sentido, exigió al régimen de Kim Jong-un poner fin “de inmediato” a todas sus actividades nucleares y de misiles balísticos “de forma completa, verificable e irreversible” y le pidió reanudar el diálogo con la comunidad internacional.
También han cargado contra Corea del Norte los gobiernos de las principales potencias mundiales. China, que históricamente había sido reacia a aislar al régimen de Pyongyang y ahora podría ser clave para desescalar la tensión, ha expresado su “condena enérgicamente y denuncia firmemente” el nuevo ensayo nuclear. En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino urge a retomar la senda del diálogo, dejar “de tomar decisiones equivocadas” y a respetar “la sólida voluntad” de la comunidad internacional para conseguir la desnuclearización de la península coreana.
Rusia también ha censurado el experimento militar, que ha tachado de “seria amenaza para el mundo”. “El enésimo desprecio ostentoso por parte de Pyongyang de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y las normas del derecho internacional merece una decidida condena”, señala un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. Al mismo tiempo, Moscú llama al resto de los países a “mantener la sangré fría y evitar cualesquiera acciones que continúen con la escalada de tensión”, tras el aumento de la beligerancia de EE.UU.
Los gobiernos de Corea del Sur y de Japón han condenado el sexto ensayo nuclear y han apuntado su intención de solicitar junto a Washington una nueva reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. El presidente surcoreano, Moon Jae-in, afirma que Seúl “nunca permitirá a Corea del Norte continuar avanzando con sus tecnologías nuclear y de misiles” y llama a “imponer las sanciones más graves posibles” al país comunista.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha tildado el nuevo test nuclear de “completamente intolerable” y una “grave e inmediata amenaza de seguridad” que “incrementa aún más el peligro del régimen” y “menoscaba seriamente a la paz y a la seguridad en la región”.
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