Los independentistas siguen presionando a los alcaldes y provocan crisis de gobierno en varios municipios

El PDeCAT rompe su acuerdo de gobernabilidad con el PSC en Mollet mientras ERC hace lo propio en Barberà del Vallés. Ambos partidos han rechazado apoyar a los alcaldes de estas localidades por su negativa a ceder espacios para el referéndum

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Albano Dante Fachin Eulalia Reguant Barbera

 

Albano Dante Fachin Eulalia Reguant Barbera

Eulalia Reguant y Albano Dante Fachin defienden la crisis de gobierno de Barberà del Vallés.


El empeño de Junts pel Sí por ir en contra de la ley y seguir adelante con el referéndum ilegal del 1 de octubre está llegando a extremos cercanos al chantaje político.


Tal es así que los dos partidos de la coalición independentista, PDeCAT y ERC, ya han empezado a ejercer presión sobre todos aquellos alcaldes que, siguiendo el dictado del Tribunal Constitucional (TC), han decidido no ceder espacios municipales para el 1-O.


En Mollet del Vallès (Barcelona), el PDeCAT ha decidido romper el acuerdo de gobernabilidad con el PSC en la localidad, firmado a principios de la legislatura, según ha informado en un comunicado.


La decisión se ha tomado de forma unánime, después de que la formación celebrara el pasado jueves una asamblea, y lo ha justificado por la negativa del alcalde, Josep Monràs, a posicionarse a favor de la celebración del referéndum


EL PSC, SIN RENCOR


El partido ha recordado que hasta ahora ha mantenido el acuerdo de gobernabilidad "en clave estrictamente local", subrayando la finalidad de dar estabilidad, pero que se ha llegado a un momento en el que proceso independentista, liderado por la Generalitat, ha avanzado hasta desembocar a nivel local, teniendo que postularse los alcaldes a favor o en contra del referéndum.


Ante este nuevo escenario, el PSC ha reaccionado a la medida tomada por el PDeCAT y ha garantizado que continuará gobernando, aunque sea en minoría, y ha tendido al diálogo con todas las fuerzas políticas que "comparten el objetivo de trabajar en positivo para garantizar el mejor futuro" para la población.


Pese a la provocación y la presión del partido de Carles Puigdemont, los socialistas no han entrado en el terreno del desprestigio y han valorado positivamente este pacto mantenido más de dos años y que ha servido para "llevar a cabo políticas que han mejorado la ciudad y la vida" de muchos de sus ciudadanos, apuntando que muchos de los avances en el municipio llevan el sello del PDeCAT.


SIN DIÁLOGO


Por su lado, ERC de Barberà del Vallès, socio de gobierno junto con Junts per Barberà --confluencia con Podem, la CUP y Procés Constituent-- y Plataforma Ciutadana per Barberà (PCPB), ha decidido abandonar el consistorio por la negativa de la alcaldesa, Sílvia Fuster (PCPB), a colaborar en el referéndum.


Así lo han asegurado en un comunicado y lo ha justificado no sólo por no ceder espacios municipales, también por retirar competencias y delegaciones a los seis concejales --ERC y Junts per Barberà-- para que no colaboraren con el 1-O.


Precisamente este lunes, los concejales de la confluencia política integrada en el gobierno han condicionado su continuidad a lo que pase a partir del 2 de octubre y la teniente de alcalde, Sandra Ramos, ha asegurado que se pedirá una junta de portavoces extraordinaria, debido a que actualmente "no hay diálogo" a raíz del decreto unilateral, como ha dicho, de la alcaldesa.


En este sentido, ha recordado a Fuster que los seis son mayoría respecto a los cinco que tiene PCPB en el equipo municipal.


Ramos ha garantizado el "normal" funcionamiento del Ayuntamiento en estos días y que todos los concejales están desarrollando sus tareas.


Los ediles de Junts per Barberà han contado con el apoyo de los diputados en el Parlament, Eulàlia Reguant y Albano Dante Fachin, entre otros.

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