El sistema de pensiones en Catalunya arrastra un déficit de 4.700 millones de euros
Las balanzas fiscales muestran cómo Catalunya aporta más de lo que recibe. Pero si se habla de Seguridad Social, los catalanes no tienen ningún motivo para quejarse de la solidaridad territorial porque son quienes más se benefician.
Si se produce la independencia catalana cada territorio pagará sus pensiones.
Las balanzas fiscales muestran cómo Catalunya aporta más de lo que recibe. Pero si se habla de Seguridad Social, los catalanes no tienen ningún motivo para quejarse de la solidaridad territorial, porque, son quienes más se benefician según publica este martes El Confidencial.
El incremento del gasto solo ha sido más intenso en la Comunidad de Madrid, con un avance de casi 1.300 millones de euros. Esto significa que entre Catalunya y Madrid se llevan el 70% de la nueva partida destinada a pagar la nómina de las pensiones. Así si mientras la Comunidad de Madrid mantiene su superávit entre pensiones contributivas e ingresos por cotizaciones, Catalunya ahonda en su déficit.
En 2016, el desfase en Catalunya entre sus ingresos y gastos ascendió hasta los 4.750 millones. Fuentes de la Seguridad Social explican que la comunidad catalana perdió su superávit en el año 2007 y, desde ese momento, el deterioro de su balance de ingresos y gastos no ha hecho más que crecer. Así el déficit en Catalunya se ha incrementado en casi 1.700 millones, el mayor incremento del déficit de toda España. En concreto, Catalunya ha generado algo más del 23% de todo el déficit de este periodo.
Dos factores han empujado a este deterioro del saldo de la Seguridad Social en Catalunya, que ha pasado de tener superávit, hace una década, a un déficit de más de 4.700 millones de euros.
Uno de ellos es el rápido incremento del número de pensiones en la región y, otro, el coste de cada prestación, que se sitúa entre los más elevados de España, ya que los salarios también son superiores a la media nacional.
En este contexto, el sistema de pensiones catalán tiene un futuro complicado, como también lo tiene el sistema español . En un proceso de ruptura se generarían grandes tensiones en toda España que modificarían este escenario de forma radical. El punto de partida es, sin duda, importante, pero la realidad es imposible anticiparla. A partir de la independencia, lo que se genere en cada uno de los territorios se utilizará para pagar las pensiones de cada región.
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