La ANC y Omnium, acusados de sedición por impedir por la fuerza los requerimientos de la Justicia
Los dirigentes de la Assamblea Nacional Catalana han realizado un llamamiento para movilizar a voluntarios a desmantelar su sede por miedo a posibles registros de sus oficinas por parte de la Guardia Civil.
La denuncia por sedición que la Fiscalía ha presentado ante la Audiencia Nacional por los incidentes en Cataluña de los pasados 20 y 21 de septiembre --que por turno ha correspondido al juez Ismael Moreno-- atribuye esta conducta delictiva a las "personas que han inducido, sostenido o dirigido estas actuaciones" pero también a la "existencia de un concierto de voluntades entre personas o entidades, públicas o privadas" que con sus actos hayan impulsado movilizaciones o "movimientos populares para imponer el referéndum independentista por la fuerza de la intimidación".
En el texto de la denuncia se pide al juez que abra actuaciones por estos hechos y que dirija oficio a la Guardia Civil para que elabore un atestado con "todas las actuaciones llevadas a cabo para impedir la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad" en cumplimiento de las resoluciones dictadas por el juez de instrucción número 13 de Barcelona, Juan Antonio Ramírez Sunyer. Se trata del magistrado que ordenó la detención de cargos de la Generalitat responsables de la organización de la consulta ilegal del 1 de octubre.
En el escrito se cita a la Asamblea Nacional Catalana (ANC) por montar en la Rambla un puesto para voluntarios desde donde se organizaban los turnos de relevo para las concentraciones ante la Consejería de Economía y se dice también que sus voluntarios hicieron un cordón ante el edificio para evitar que la Guardia Civil se llevara a los detenidos.
Se refiere también el fiscal a las manifestaciones del presidente de esta organización, Jordi Sánchez, y del de Omnium Cultural, Jordi Cuixart, pidiendo a los concentrados que la movilización no se detuviera.
Se trata de conductas de las que es competente la Audiencia Nacional por cuanto son constitutivas de un delito de sedición y estaban anteriormente incluidas en los delitos contra la forma de Gobierno.
EL MIEDO DE LA ANC
El fiscal se refiere a que ANC montó en el número 10 de la Rambla, junto al Colegio de Periodistas un puesto para voluntarios en donde podían recoger un chaleco de diferentes colores y desde donde se organizaban los turnos de relevo.
Añade que voluntarios de la ANC "con petos de color verde, conscientes de que con ello dificultarían la intervención policial, hicieron un cordón ante la puerta de la Conselleria de Economía, para evitar que la Guardia Civil se llevara a los detenidos".
Las primeras informaciones del preparativo de esta denuncia han llegado a la ANC que, rápidamente, ha hecho un llamamiento a sus seguidores para ayudar a desmantelar su sede central en Barcelona.
Los voluntarios han acudido con sus vehículos y se han llevado material de las oficinas ante el miedo de que en algún momento la Guardia Civil procediera a realizar un registro
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