El cáncer de mama es el tumor más común entre las mujeres de todo el mundo
Quedarse embarazada antes o después de los 30 años, dar a luz o no hacerlo, la menopausia y la menarquia son factores fundamentales para el desarrollo o la prevención.
#DiaMundialdelCancerdeMama
El cáncer de mama es el tipo de tumor más común entre las mujeres de todo el mundo, con casi 1,7 millones de nuevos casos en 2012 (último año con datos actualizados según World Cancer Research Fund International), lo que lo convierte en el segundo tipo más común en general.
Esto representa el 12% de todos los nuevos casos de cáncer y el 25% de los tumores en mujeres. Además, es la quinta causa más común de las muertes por cáncer en mujeres.
Desde 2008, la prevalencia del cáncer de mama se ha incrementado en más de un 20% en todo el mundo, y la mortalidad provocada por dicha enfermedad ha aumentado en un 14%, según La fundación Breast Cancer Research.
Los supervivientes del cáncer de mama varían mucho según la región y su riqueza. Así, se puede encontrar una tasa de supervivencia del 80% en zonas como Estados Unidos, Suecia y Japón, y pasar a una tasa inferior al 40% en países en vías de desarrollo, donde los casos se detectan en fases ya desarrolladas.
LA MENOPAUSIA, UN PUNTO DE INFLEXIÓN
El riesgo a tener cáncer de mama se dobla cada diez años hasta llegar al período menopáusico, donde empieza a disminuir. No obstante, paradójicamente, la enfermedad es más común después de la menopausia.
La mayoría de tipos de cáncer tienen causas hormonales. La historia natural de esta enfermedad difiere entre las que son diagnosticadas antes y después de la menopausia. Esto puede darse debido a diferentes tipos de tumor o a los diversos efectos de los factores nutricionales en las hormonas.
FACTORES DE RIESGO
La propia naturaleza de cada persona puede ser factor de riesgo para tener cáncer de mama. Situaciones como la menarquia antes de los 12 años, la menopausia tardía (después de los 55), tener el primer embarazo pasados los 30 años o no dar a luz en absoluto son factores que incrementan la exposición al estrógeno y la progesterona, además de al cáncer de mama.
La radiación iónica (rayos x) también aumenta el riesgo de desarrollar un tumor en el pecho, sobre todo en la pubertad. Además, la terapia hormonal (estrógeno con o sin progesterona) aumenta el riesgo, siendo más grande con preparaciones que mezclan ambas hormonas.
Los anticonceptivos orales que contienen tanto estrógeno como progesterona también causan un pequeño riesgo a tener cáncer de mama en mujeres jóvenes.
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