Bélgica entregará a Puigdemont en un plazo máximo de 60 días
La ministra belga de Medioambiente ha explicado que aunque el proceso puede alargarse, el país debe "entregarlo".
La solicitud de asilo no tendría efecto.
La ministra belga de Medio Ambiente, Marie-Christine Marghem, ha advertido de que si la Audiencia Nacional solicita a Bélgica la extradición del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, el proceso puede alargarse pero "no hay nada que hacer" y deberá ser entregado "en un plazo de 60 días".
Si las autoridades judiciales españolas solicitan la extradición de Puigdemont y éste se opone, "habrá un debate judicial en Bélgica y deberá entregarlo en un plazo de 60 días, no hay nada que hacer".
La ministra sostiene que el diálogo es la vía política para resolver la crisis catalana, pero ha dejado claro que ello no le impide reconocer que España es "un país soberano, europeo, dotado de una Constitución y leyes votadas democráticamente".
Ante un caso similar, ha dicho la ministra, Bélgica no habría optado por un "arsenal jurídico" como el que se ha puesto en marcha en España, pero "no podemos, en ningún caso, interferir en asuntos de un país soberano".
En este contexto, la ministra ha indicado que le corresponderá a las autoridades judiciales belgas "examinar el caso", pero que "hay convenciones internacionales con España" que se deben respetar y apuntan a la entrega de las personas perseguidas por una orden europea de búsqueda, captura y entrega.
"Hay que ejecutar las convenciones a las que estamos ligados con un país europeo, en el seno de la UE, y que es un país que funciona de manera democrática", ha ahondado.
"La posición de todo jurista y de todo europeo debe ser que no podemos intervenir en la soberanía nacional de un país. Debemos respetar las leyes y la Constitución de ese país", ha añadido.
Marghem se ha querido distanciar, además, de las declaraciones del secretario de Estado, Theo Francken, que la semana pasada abrió la puerta a un posible asilo para Puigdemont.
Esa solicitud "no tendría efecto", ha explicado", porque "sabemos muy bien que no hay riesgo para su vida, ni para su integridad física" en su país de origen.
Según ha explicado la ministra a la radio RTBF, no hay una posición "unida" al respecto de la crisis política en Catalunya en el Gobierno de coalición belga, del que forman parte cuatro partidos, incluido el de los liberales francófonos al que pertenecen ella y el primer ministro, Charles Michel, y los nacionalistas flamencos de la N-VA, principal fuerza votada en las últimas elecciones.
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