Muere Simon Fisher-Becker, actor de la primera entrega de 'Harry Potter' y de 'Doctor Who'

El intérprete británico tenía 63 años

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Fisher-Becker, en una imagen de archivo. Foto: IMDB

 

El actor británico Simon Fisher-Becker, conocido por sus papeles en la saga Harry Potter y en la mítica serie Doctor Who, ha fallecido a los 63 años. La noticia la ha confirmado su esposo, Tony, a través de un emotivo mensaje publicado en redes sociales.

«Hola a todos. Soy Tony, el marido de Simon. Tengo tristes noticias. Hoy, a las 14:50, Simon ha fallecido», escribió en la cuenta de Facebook del intérprete el pasado fin de semana. «Voy a dejar esta cuenta abierta durante un tiempo. No estoy seguro de si seguiré publicando. Gracias, gracias».

El representante del actor, Kim Barry, también quiso rendirle homenaje, recordando su larga amistad de más de 15 años. «Hoy no solo he perdido a un cliente, sino a un amigo cercano», declaró Barry a MailOnline. «Nunca olvidaré la llamada que le hice cuando le ofrecieron el papel de Dorium Maldovar en Doctor Who. Simon era mucho más que un actor; también fue escritor, narrador y un extraordinario comunicador. Era amable, educado y siempre se preocupaba por los demás. Mi más sentido pésame para Tony, su hermano, sus sobrinas y sobrinos, y todos sus fans».

Por el momento, no se ha hecho pública la causa de su fallecimiento.

Fisher-Becker comenzó a ser reconocido internacionalmente por dar vida al Fraile Gordo, el simpático fantasma de la casa de Hufflepuff, en Harry Potter y la piedra filosofal (2001), dirigida por Chris Columbus. Posteriormente, se sumó al universo de Doctor Who, donde interpretó a Dorium Maldovar, un contrabandista que forja una peculiar alianza con la undécima encarnación del Doctor, interpretada por Matt Smith.

Además de su trabajo en estas franquicias, Fisher-Becker participó en la serie policíaca Waterside, donde encarnó al personaje de Dante Harper durante sus tres primeras temporadas. También tuvo un papel destacado en la versión cinematográfica de Los miserables (2012), dirigida por Tom Hooper, apareciendo en una de sus escenas musicales más icónicas junto a Hugh Jackman, Russell Crowe y Anne Hathaway.

Simon Fisher-Becker deja tras de sí una carrera diversa y querida, y el recuerdo de un hombre que, según quienes le conocieron, era tan generoso y entrañable fuera de pantalla como los personajes a los que dio vida.

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