“Les mares”, un sainete costumbrista y travestido
Fel Faixedas y Carles Xuriguera se travisten para asumir la imagen que el recuerdo conserva de sus respectivas madres
Los actores gerundenses Fel Faixedas y Carles Xuriguera pueden decir, por lo que respecta a “Les mares”, obra que presentan en el teatro Poliorama, aquello de “Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me como” puesto son a la vez sus autores, intérpretes y directores. Tal cual explicaron, el espectáculo está basado en numerosos recuerdos personales y familiares, bien que tratados distanciados y humorísticamente con una velado, pero muy detectable propósito, de evocar su memoria y homenajear a sus progenitoras.
Fel y Carles se transforman con tal fin y sobre el escenario, lo que quiere decir que hablan, se expresan, reaccionan y hasta visten como podrían haberlo hecho ellas. Subrayamos el último punto porque ficha identificación implica que ambos actores y a lo largo de buena parte de la función, se travistan con vestimenta y peinado femeninos. Y aunque hoy en día vestir ropa considerada propia de otro sexo no reviste mayor importancia, sí puede serlo cuando se pretende con ello encarnar la figura de sus propias madres, algo que, sin embargo, ambos desarrollan de forma desacomplejada y desinhibida, pero no por ello irrespetuosa, pese a que da pie a toda suerte de equívocos, lances y situaciones divertidas. Bien puede decirse por tanto que estamos hablando de un sainete cómico clásico que obliga a Faixedas y Xuriguera a compatibilizar sucesiva o alternativamente dos roles diferentes: el que define a su propia personalidad y el que se supone que sería la de cada una de sus madres.
El itinerario dramático se desarrolla con parvos elementos escénicos (si bien hay dos ataúdes en la conclusión) pero utiliza recursos audiovisuales con tomas bien de los propios actores/autores cuando se confabulan para concebir este proyecto compartido, bien como de los testimonio de algunas mujeres reales, que aportan pequeñas referencias a sus propias experiencia o vibraciones personales.
El sainete es un género cuya principal finalidad es la de hacer reír al respetable y “Les mares” lo consigue de un público que, según nuestra experiencia, es complaciente y en su inmensa mayoría, al menos en la función a la que estuvimos presentes, perteneciente a la “tercera edad”. La constatación de que los espectadores reían y, por ende, se lo estaban pasando bien, nos hizo pensar que el travestismo como expresión de identidad sexual ha sido, al menos por estos pagos, perfectamente digerido incluso por las personas mayores, por lo que nos atreveríamos a concluir que “Les mares” consigue subliminalmente dejar claro que la identidad de género ha dejado de ser tabú incluso para públicos provectos que con frecuencia suponemos injustamente ligados a esquemas mentales obsoletos.
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