El TNC participa en el festival “Dansa metropolitana” con {Infinit}
Un espectáculo de danza que transgrede convencionalismos y propone una nueva visión del arte coreográfico
La celebración en el área de Barcelona del festival “Dansa metropolitana” constituye una excelente ocasión para conocer las nuevas propuestas que se van haciendo realidad por estos pagos, que no todo ha de ser la mimética repetición de las coreografías de Petipá y de los montajes de danza bien clásica, bien contemporánea. De ahí la celebración de este evento al que se ha sumado el Teatro Nacional de Cataluña con {Infinit}, un montaje de la compañía Humanhood ideado por Júlia Robert con el británico Rudi Cole, que propone “un viaje poderoso y místico a través de una combinación de danza y meditación. Porque {Infinit} fusiona la danza con la consciencia interna para destacar el poder infinito que fluye hacia nosotros y a través nuestro”.
Resulta difícil describir un espectáculo en el que desde el mismo momento de su inicio la música, apocalíptica e inquietante, nos sumerge en un universo onírico que cada espectador debe ser capaz de descifrar desde su propia capacidad de discernimiento. Todo invita a pensar en la ineluctable inmersión a que está condenada nuestra sociedad, que se aboca a un futuro pletórico de incertidumbres poco o nada esperanzadoras. Tal parece que la locura colectiva nos conduce a un futuro impredecible pero muy posiblemente abocado al regreso a los orígenes de la vida en la tierra, y de ahí la obsesiva articulación de los movimientos coreográficos creados por sus autores para su reiterada ejecución sobre el suelo.
Robert y Cole se preguntan “Què se sent en ser moguts per l’infinit sense forma? Les properes formes de la vostra evolució humana us seran revelades ara, ara, ara. Potencial sense forma saltant per sempre en cascada dins l’existència. El ritme es torna tangible, patrons en el temps, geometria en l’espai. S’obren les portes de l’∞ {Infinite}, es desplega l’onada… on ens portarà?”.
Que este montaje ha suscitado interés lo acredita el hecho de que todas las entradas para las fechas programadas están agotadas y ello en una sala como la principal del Teatro Nacional que es de dimensiones enormes. Todo ello para disfrutar de un espectáculo de danza rabiosamente diferente, que destruye convencionalismos, crea incomodidad e invita a pensar, pero, a la vez, admira por la excelencia del trabajo de todos los componentes de Humanhood.
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