El filósofo Eugenio Trías homenajeado con dos nuevos libros en el 10º aniversario de su fallecimiento

“Me levanto hacia las once… tengo un horario de músicas y esto me ordena el día. Por la mañana, Beethoven, Haydn o Mozart. Por la tarde, Wagner, Richard Strauss o Mahler. A las ocho y media Setie con una copa de whisky. Y después de cenar, Chopin o Schumman”. Con este timing definía su jornada el filósofo Eugenio Trías cuando fue entrevistado hace muchos años por Ana María Moix. Una figura señera de la filosofía contemporánea española que nos dejó hace una década y a quien ahora rinde homenaje Galaxia Gutemberg con dos nuevos libros. 

Por una parte, “Entrevistas 1970-2011”, selección de algunas de la muchas conversaciones periodísticas que concedió a los medios informativos. Ha cuidado de su edición Francesc Arroyo, quien indicó que, en su opinión, había en Trías dos niveles de expresión: el escrito y el hablado, que se entrelazaban y complementaban armónicamente, pero que tenían diferente forma de manifestarse y subrayó la aportación que su obra supuso a la lengua española en la acuñación de un léxico filosófico. Recordó que únicamente había recogido la quinta parte de las muchas entrevistas que había concedido, aunque es muy probable que haya conseguido recoger las que el propio filósofo hubiera seleccionado.

Por otra parte, se presentó también “La forma de la multitud (capitalismo, religión, identidad)”, obra con la que Agustín Fernández Mallo ha obtenido el premio de ensayo Eugenio Trías en su primera edición. Fernández Mallo confesó que en realidad él era físico y no filósofo, aunque la física teórica y la filosofía tenían muchos puntos de contacto por lo que, de hecho, él siempre estivo interesado por esta última. Explicó que su obra era el resultado de una intuición que le había surgido hacía años sobre la posible existencia de un agujero infinito entre lo que pensamos y la experiencia de lo que llevamos a cabo, siempre mucho más rica que cualquier teoría. Por ello ha tratado de analizar de qué forma el capitalismo ha sabido aprovechar ese abismo. Ha tenido muy en cuenta la idea expresada por Trías sobre los límites, una cuestión en la que se refleja la complejidad de la vida y que pone en evidencia, por ejemplo, el límite en la velocidad de la luz que ha hecho posible que el universo sea tal como es. Aludió también el capitalismo antropológico y al infinitesimal y subrayó que el ser humano está incompleto y necesita intercambios constantes en una economía mental o material. 

David Trías, hijo del filósofo, evocó el deseo de su padre de que su obra tuviera continuidad en el pensamiento y en la literatura, algo a lo que se comprometió el editor Joan Tarrida, quien anunció la paulatina reedición de los títulos de Eugenio Trías.