Funcionarios de prisiones catalanas aplauden la prohibición de que los presos peligrosos trabajen en las cocinas

La conselleria de Justícia de la Generalitat lo ha confirmado: los presos que tengan condenas por delitos extremadamente graves no podrán trabajar en las cocinas ni en los talleres de los centros penitenciarios de Catalunya donde tengan a su alcance objetos peligrosos.

Esto llega poco después que sindicatos como la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) reclamara que se aplicara esta medida; la última vez había sido a principios de este mes, ya con Salvador Illa en la Generalitat, para que realizara un "cambio en la política penitenciaria" y mejorara las medidas de seguridad en las cárceles.

El conseller Ramon Espadaler ha señalado recientemente que se han revisado las normativas que regulan el acceso de los reclusos a trabajos dentro de los recintos penitenciarios para incluir una nueva medida que prohíbe a los presos con delitos de sangre, tanto condenados como en prisión preventiva, trabajar en las cocinas.

Espadaler ha calificado la medida como una "cuestión de sentido común", argumentando que es "difícil de entender" que alguien con antecedentes de violencia, a veces usando armas blancas, con resultados fatales o lesiones graves, pueda manejar herramientas como cuchillos. 

Asimismo, ha querido dejar claro que el nuevo protocolo de las prisiones de Catalunya, que ya está en vigor, busca un "equilibrio" entre la seguridad de los centros y el propósito de reintegración social de los presos.

CSIF: "Se ajusta a la lógica"

Alberto Gómez, responsable de prisiones de CSIF, explica a CatalunyaPress que el sindicato celebra la decisión. "Se ajusta a la lógica que se limite el acceso de presos peligrosos a este tipo de espacios de las cárceles, y no se vulnera ninguno de sus derechos", apunta. 

Por otra parte, el sindicato también ha valorado el cambio al frente de la secretaria de Mesures Penals, Reinserció i Atenció a la Víctima. Con el cambio en la Generalitat, Amand Calderó ha dejado paso a Elena Pérez.

"Su última etapa (de Calderó) ha sido nefasta, con muchas decisiones politizadas que no entendimos. Tendría que haber dejado paso o ser despedido tras el asesinato de Núria (en Mas d'Enric), pero no ocurrió", detalla Gómez.

Precisamente este martes 17 de septiembre, CSIF ha tenido la "primera toma de contacto" con Pérez; en este sentido, Gómez apunta que "ha empezado a proponer cosas que no son continuistas", algo que "nos gusta" y garantiza que le darán los 100 días de cortesía de inicio en cualquier cargo. "Que quiera hacer cambios ya es algo positivo", zanja.