Surge una iniciativa para proteger del maltrato infantil a los hermanos Gabriel y Daniel

Gabriel y Daniel, de 18 y 11 años respectivamente, e hijos de Juana Rivas, son dos hermanos cuya historia ha conmovido y movilizado a muchas personas. Ambos han sido víctimas de maltrato por parte de su padre, Francesco Arcuri, y enfrentan una situación de alta vulnerabilidad. Gabriel escapó hace dos años después de haber soportado amenazas, insultos, negligencia y agresiones físicas desde 2016. Daniel, en cambio, ha permanecido con su padre durante este tiempo, enfrentando el mismo patrón de abuso. Ambos han expresado de manera clara su temor hacia él y su firme deseo de no regresar a vivir bajo su custodia.

En las últimas semanas, se han registrado avances importantes en su caso. El Juzgado de Instrucción número 4 de Granada ha tomado la decisión provisional de que Daniel permanezca en España hasta que se determine qué tribunal tiene competencia para abordar la situación. Al mismo tiempo, Francesco Arcuri está siendo investigado en Italia por maltrato, tras una denuncia presentada por Gabriel en octubre. Estas acciones judiciales abren una ventana de esperanza para garantizar la protección y el bienestar de ambos hermanos.

El próximo lunes 13 de enero se llevará a cabo una acción colectiva con el objetivo de visibilizar la realidad que enfrentan Gabriel y Daniel y de centrar la conversación pública en la protección de los menores. Esta iniciativa busca combatir la desinformación mediática que muchas veces desdibuja la gravedad de estas situaciones y posicionar el bienestar de los niños como una prioridad absoluta. La propuesta incluye un llamado a compartir testimonios personales de quienes hayan vivido situaciones similares, con el fin de reforzar el mensaje de que los niños merecen ser escuchados y protegidos.

Para participar, se puede grabar un vídeo de apoyo de hasta dos minutos o compartir relatos escritos en redes sociales utilizando los hashtags #EscuchenAGabriel y #EscuchenADaniel. Aquellas personas que prefieran mantener su anonimato pueden grabar solo la voz y enviar el contenido por correo a plataformaporjuana@gmail.com. Además, se solicita a quienes se sumen que avisen por correo para ayudar a viralizar los mensajes. La publicación simultánea de los testimonios está programada para el mismo día, con el objetivo de lograr un mayor impacto.

La historia de Juana Rivas

Juana Rivas, nacida en Maracena, Granada, en 1981, es la madre de Gabriel y Daniel. Su caso ha sido ampliamente conocido en España debido a la prolongada batalla legal que ha enfrentado para proteger a sus hijos. En 2016, tras acusar a su expareja, Francesco Arcuri, de violencia de género y malos tratos hacia sus hijos, decidió no devolver a los niños a Italia después de unas vacaciones en España.

Esta decisión llevó a una serie de procedimientos judiciales que resultaron en su condena en 2018 a cinco años de prisión por sustracción de menores. Sin embargo, en 2022, Juana Rivas recibió un indulto parcial que le permitió cumplir su condena mediante trabajos en beneficio de la comunidad.

A lo largo de estos años, Rivas ha mantenido una lucha constante por la custodia y protección de sus hijos, enfrentándose a desafíos legales tanto en España como en Italia. Su caso ha puesto de relieve la complejidad de las disputas internacionales de custodia y ha generado un amplio debate sobre la protección de los menores en situaciones de violencia doméstica.

Recientemente, el caso ha dado un giro significativo. La Fiscalía de Cagliari, en Italia, ha decidido procesar a Francesco Arcuri por presuntos malos tratos a sus hijos, incluyendo acusaciones de violencia física y verbal, y castigos severos. Esta acción judicial se produjo después de que Gabriel, el hijo mayor, enviara una carta a las autoridades italianas alertando sobre el peligro que enfrentaba su hermano Daniel, quien vivía con Arcuri.

Además, el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada ha decidido que Daniel permanezca en España hasta que se determine qué tribunal es competente para abordar su situación, lo que representa un avance en la protección de los derechos y el bienestar de los menores.