Onio Reina (PROEM-AID): “Se está criminalizando la ayuda humanitaria”
La justicia griega juzgará el próximo 7 de mayo a tres bomberos sevillanos por salvar las vidas de los refugiados que llegaban a las costas de Lesbos.
Onio Reina/Foto de Gabriel Tizón.
Año 2015, los medios bombardean mañana y tarde con noticias sobre la situación de los refugiados en el Mediterráneo. Lo vemos, nos conmovemos, pero algunos deciden hacer algo. Es el caso de José Antonio -‘Onio’- Reina, un bombero sevillano que, tras escribir a una ONG para presentarse voluntario y no recibir respuesta, decide emprender la aventura en solitario.
Pero no va solo, un grupo de compañeros le acompañan en su travesía a Grecia para salvar vidas en el mar. Su propio coche, una embarcación prestada, los ahorros y los días de vacaciones. Los bomberos sevillanos dedican sus recursos y sus días libres a salvar vidas en la isla de Lesbos.
Ni el coche de Onio, que tiene diez años, ni el barco prestado vuelven con ellos. Deciden que no es suficiente, después del horror que ven, acabar con la misión, así que los medios con los que cuentan se quedan en tierras griegas. Así nace PROEM-AID.
Ahora, tres de esos bomberos sevillanos que se han jugado el pellejo salvando vidas en el mar, mientras las distintas administraciones miraban hacia otro lado, se enfrentan a una condena por tráfico de personas en Grecia. Manuel Blanco, Julio Latorre y José Enrique Rodríguez, fueron encarcelados en enero de 2016 tras ayudar a una ONG danesa, ‘Team Humanity’ en una noche de rescate.
-¿Cómo están tus tres compañeros, que fueron encarcelados en Lesbos en 2016, y que irán a juicio el 7 de Mayo?
La situación en la que se encuentran es de nerviosismo y de estrés. Sabemos cómo funciona la justicia española, pero no sabemos cómo funciona la justicia griega.
En el momento de la detención no había ningún refugiado a bordo, ni se encontró la embarcación que se fue a buscar, sin embargo la acusación en grado de tentativa es de tráfico de personas.
-¿Cómo se produce la detención?
Nosotros estábamos coordinados con las autoridades. El problema surge cuando nosotros no sacamos la embarcación esa noche, porque la tenemos que reparar y otra ONG, la danesa ‘Team Humanity’, nos pide ayuda. Y nosotros estamos para trabajar y para ayudar, y accedemos. En ningún momento nos planteamos que estén cometiendo ninguna ilegalidad y nos montamos en su barco, y las autoridades los van a detener.
-Les piden 10 años de cárcel por tráfico de personas.
No, no son 10 años por tráfico de personas, sino por cada persona que se ha ayudado. Si es por la noche de la detención, no había ninguna persona rescatada abordo, y si es por el global de personas que hemos rescatado que aparecen en nuestra web, son 50.000 personas. 50.000 personas por diez años son… No lo sabemos, imagínate la incertidumbre que tienen los compañeros.
-¿De qué se les acusa?
En un principio la acusación, además de incluir tráfico de personas, también incluía posesión de armas. Luego se retiró. Esas “armas” son los cortacabos que por ley tenemos que llevar a bordo, según el convenio Solas, con chalecos salvavidas de esas características tenemos que llevarlos. Era tan surrealista esa acusación que luego la retiraron.
-¿Tenéis la impresión de que se ponen trabas al trabajo de los voluntarios?
Te lo puedo decir más alto pero no más claro, se está criminalizando la acción del voluntario y eso nosotros lo hemos vivido allí en Lesbos. Cuando la policía viene, te rodea, nos pide la documentación cada dos por tres, tenemos un coche que nos ha prestado una ONG, nos confiscan el vehículo, multan con 5.000 euros al conductor…
“Te lo puedo decir más alto pero no más claro, se está criminalizando la acción del voluntario y eso nosotros lo hemos vivido allí en Lesbos"
-¿Por qué?
En el momento en que empiezan a hostigar de esta manera, están criminalizando, están aburriendo, asustando, lo que no quieren es que personas que están solucionando un problema que debería estar solucionando la administración, no digo cual porque no me compete, pero es un problema del que deberían estar ocupándose los gobiernos, y lo hacen abogados, enfermeros, médicos, bomberos, etc.
-¿Quieren esconder el problema?
¿Crees que las imágenes que hemos visto de Lesbos las hubiéramos visto si no las hubiesen grabado voluntarios? Todas las imágenes las han grabado voluntarios. ¿Se ven imágenes de la costa de Libia? ¿Tú sabes que vas navegando por el mar y te encuentras los muertos flotando? ¿O las barcas llenas de muertos? Eso no sale y las imágenes que se ven es porque las graban los compañeros que están allí.
“¿Tú sabes que vas navegando por el mar y te encuentras los muertos flotando? ¿O las barcas llenas de muertos? Eso no sale y la que sale es porque la graban los compañeros que están allí”
-¿Cuál es la situación ahora en el Mediterráneo?
Nos retiramos de Lesbos en Agosto de 2017 porque vimos que el problema se había trasladado a la costa de Libia.
Y Lo de Libia no tienen nombre, lo que está sucediendo es una auténtica masacre. Llevamos ya más de 350 víctimas en lo que va de año, que se sepa, porque se cuentan los cuerpos que se ven, los que no se ven no se cuentan.
Foto de Gabriel Tizón.
-Los guardacostas libios os abordaron cuando estabais rescatando una embarcación a la deriva.
No sabíamos si eran guardacostas o piratas porque no se identificaron y aparecieron pegando tiros al aire. Tres tíos con metralletas apuntándonos, los 300 refugiados que llevábamos a bordo llorando y gritando, pidiendo que no los dejásemos con los guardacostas que les hacían de todo.
Encontramos tres embarcaciones, dos a la deriva, una pinchada, con 150 personas, ningún chaleco salvavidas y entrándole agua. En ese momento llegaron los guardacostas libios alegando que estábamos dentro de sus aguas, querían llevarse a los refugiados. ¿Cuál es el problema? No tenían un barco tan grande como para llevárselos a todos. Hubiesen cabido 20 o 30 personas de las 150 que había.
-¿Qué pasó?
Nos increparon, amenazaron con matarnos, y lo que hizo que recularan fue que les dijimos que les estaban grabando las cámaras del barco y que la señal se estaba transmitiendo en directo al centro de coordinación en Roma y eso fue lo que hizo que dieran marcha atrás.
Otro método de criminalizar a las ONG es darle más competencias a los guardacostas libios, que están pagados por Europa, que son, los verdaderos traficantes, bajo mi punto de vista.
-¿Qué papel juega Libia en esta emergencia humanitaria?
Las ONGs se mantienen en la línea de las 30 millas, de manera que cuando hay algún problema, una embarcación en peligro o a la deriva, el centro de coordinación de Roma nos activa, y se entra unas millas adentro que, aunque siguen siendo aguas internacionales, los libios pueden llegar.
Europa le da dinero a Libia para que se quede con el problema, lo mismo que hizo con Turquía.
“Europa le da dinero a Libia para que se quede con el problema, lo mismo que hizo con Turquía”.
-¿En qué situación se encuentran las personas que rescatáis?
Eso cuesta trabajo de encajar con las herramientas que nos han dado a nosotros, con la educación que tenemos, y el país dónde vivimos.Cuando escuchas a alguien decir que se vive muy mal, que esto es un infierno, que España es una dictadura, te da coraje cuando ves la realidad de otros.
Los ‘hartan’ de palos, a las mujeres las violan, y a los hombres los ponen a trabajar o los venden como esclavos, eso es lo que pasa en Libia. Los recogen y los retornan, con lo cual si quieren volver a salir, tienen que volver a pagar, imagínate el negocio.
Casi todas las mujeres van con pantalones y llevan la ropa rota a la altura de los genitales. Les preguntas por qué, y te dicen que como las van a violar, por lo menos para que no me desnuden, cuentan.
“Casi todas las mujeres van con pantalones y llevan la ropa rota a la altura de los genitales. Les preguntas por qué, y te dicen que como las van a violar, por lo menos para que no me desnuden, cuentan”.
Foto de Gabriel Tizón.
-¿Tenéis alguna misión en activo?
Tuvimos la suerte de juntarnos con otra ONG, y entre las dos organizaciones hemos conseguido tres meses de trabajo, que son cinco misiones, pero supuso un gasto de 150.000 euros. Estamos asfixiados, buscando dinero debajo de las piedras. Y esto es muy claro, si hay dinero podemos trabajar, si no, no. El equipo de PROEM-AID es de casi 200 voluntarios, nos estamos formando, buscando la posibilidad de generar ingresos, pero vendiendo camisetas esto es inviable.
-El plan de reubicación de personas refugiadas de la Unión Europea, laspolíticas de acogida, cuando los propios países miembros no acatan la “cuota” y no se hacen cargo de su responsabilidad y se paga a Libia para que se deshaga del “problema”, ¿cómo se soluciona esto?
Ahí es dónde entramos los voluntarios y las ONGs, te pones en la piel de estas personas,tienes un trabajo, tienes unos conocimientos, y dices, no me voy a quedar en casa, y te pones manos a la obra.
-¿Habéis recibido algún tipo de apoyo por parte de la Administración española?
Nosotros pedimos apoyo en enero de 2016 y no teníamos gobierno. Eso fue una manera de disipar el problema. Ahora hemos tomado una estrategia que es buscar el apoyo institucional y el apoyo social. Pero el institucional desde abajo, no queremos llamar a las puertas del Congreso directamente, primero está la Diputación de Sevilla, la Junta de Andalucía, el Parlamento de Andalucía, el ayuntamiento, y los pueblos.
-¿Qué vais a hacer ahora?
Buscar el apoyo institucional desde abajo. Queremos que los nuestros, los de aquí, los de Andalucía nos lleven de la mano a Madrid, y no queremos partidismos, queremos que este caso sea la bandera de todos, ‘somos blancos’. Que todos los grupos políticos estén de acuerdo, y que no la abandere ningún partido porque aquí no está juzgando a tres bomberos, se está juzgando la ayuda humanitaria.
“Aquí no se está juzgando a tres bomberos, se está juzgando la ayuda humanitaria”.
Aún así, Onio defiende que no se puede dejar de trabajar en el Mediterráneo, que van a continuar buscando recursos y que harán que esta situación se transforme en algo positivo.
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