Fiona Presly es una bibliotecaria escocesa, vive en Inverness y tiene una particular mascota: una abeja que, además asegura que está entrenada.
Según el periódico 'Scotsman', Fiona estaba limpiando su jardín cuando encontró la abeja, hace ya un año.
"Tuvo mucha suerte, podría haberla pisado facilmente. Debía de estar hibernando y se estaba despertando. Estaba frágil y yo le extendí la mano. Ella se acercó despacito y se subió. Fue ahí cuando me di cuenta de que no tenía alas", recuerda Fiona.
La escocesa, que hasta ese momento no había tendio una relación muy buena con los insectos, estudió al animal. Descubrió que se trataba de una abeja reina que posiblemente había sido rechazada por la colmena por haber nacido sin alas y que, sin ayuda, estaría muerta.
La mujer comenzó a crear mini jardines en cajas, uno nuevo cada día, con flores frescas, para que la abeja -que Fiona bautizó como 'Bee'- pudiera pasar los días.
"Cada vez que me acercaba a a ella, comenzaba a hacer ruiditos, unos clics y un zumbido específico. Fue perdiendo el miedo y, poco a poco, comenzó a pedir más mi contacto. Se venía a posar sobre mí, comía de mis manos, de quedaba dormida sobre mí", explica Fiona.
"Las personas crean relaciones con perros, gatos, incluso hamsters. Yo he descubierto que se puede crear un vínculo con un insecto", asegura esta bibliotecaria que, un año después, se mantiene inseparable de su 'Bee'.
Su caso ha llamado la atención de la ciencia. Lars Chittka, profesor de ecología sensorial y del comportamiento en la Queen Mary University of London, que estudia la psicología dentro de las colmenas, ya ha contactado con Fiona y le ha pedido de escriba un diario contando todas las aventuras con la abeja mascota.
"Ningún científico hasta ahora ha estudado si las abejas tienen vínculos afectivos entre ellas o con otras especies. Yo encontré insólito este caso y tenía que hacer mis observaciones, ya que es uno de esos casos que deja a cualquier científico rascándose la cabeza y pensando '¿pero qué pasa aquí?'. El deseo natural de una abeja reina de esta especie es estar rodeada de otras abejas y puede ser esa falta lo que motivó la relación con un humano. Me parece plausible que este individuo solo, abandonado, haya encontrado algo que ganar creando un vínculo con otra especie", sostiene Chittka.
Fiona tiene una explicación simple para este caso y asegura que no necesita que la ciencia le explique que 'Bee' es especial.
"No es que ahora vea las abejas de forma diferente. En realidad veo todos los insectos bajo una nueva luz. Todos están aquí por una razón. La de 'Bee' es hacerme compañía y yo a ella", dice Fiona.
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