La vivienda se lleva la mitad de tu dinero, sea propia o alquilada
El 42% de la población del área metropolitana de Barcelona destina cuatro de cada diez euros al alquiler y los suministros básicos.
El 42 por ciento de la población del área metropolitana de Barcelona destina cuatro de cada diez euros a los gastos del alquiler de la vivienda y los suministros básicos, lo que provoca que continúen los desahucios por la dificultad de costearlos y complica la emancipación de los jóvenes que quieren independizarse.
Así se desprende del primer informe anual del Observatorio Metropolitano de la Vivienda (O-HB, por sus siglas en catalán), que analiza la evolución del mercado de compra y alquiler y que está formado por el Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona, la Diputación y la Generalitat.
Los precios de 2017 recogidos en portales inmobiliarios de Barcelona indican que lo que se ofrece es más caro que lo que se demanda.
En este sentido, la demanda se sitúa entre los 600 y los 800 euros mensuales, mientras que la oferta se sitúa en su mayoría por encima de los 1.000 euros.
Esta disrupción se traduce en una tendencia a que haya menos contratos de alquiler: en 2016, hubo 106.000 en la demarcación de Barcelona, cifra que supone una disminución de 9.000 arrendamientos en comparación con 2013.
COMPRA
En el caso de la vivienda de compra el escenario tampoco es alentador. Por ejemplo, una familia de Barcelona que ingrese 1.840 euros mensuales, debe destinar más de la mitad a adquirir un piso de precio estándar, según datos del O-HB.
Pese a ello, las operaciones de compra de pisos han aumentado un 87 por ciento entre 2013 y 2016, y los precios de la vivienda de segunda mano se han encarecido un 43%.
Con este esfuerzo inversor, a los jóvenes les resulta complicado alquilar o comprar un piso, de manera que en los últimos diez años ha bajado un 27% el número de jóvenes que se emancipa en el conjunto de Catalunya.
DESAHUCIOS
Las dificultades en el pago de la vivienda tienen como una de sus graves consecuencias los desahucios. Según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Barcelona ha cerrado el año 2017 con 2.591 desahucios, de los que el 85% se deben a impagos de alquiler.
Es cierto que en los últimos años ha reducido el número de desahucios: en 2013 hubo 3.289 desahucios en la capital catalana, frente a los 2.591 de 2017, pero la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) advierte que no han cesado.
La PAH ha contabilizado que se han producido 14.841 desahucios desde 2013 en Barcelona, 74.548 en Catalunya y 60.754 en el resto de España.
El resultado, más allá de los datos macroeconómicos pero con una crisis internacional a cuestas, es la posibilidad de ir al paro, perder la casa y endeudarse de por vida.
A esto se suma descubrir, como ocurrió a miles de ciudadanos, que el piso podía ir a subasta y que, si ésta quedaba desierta, el banco se lo adjudicaba por el 50 por ciento del valor de tasación.
Esto no salía en el contrato, explican en la PAH, que en sus asambleas remarcan que mientras se intentaba culpabilizar al ciudadano acusándole de haber vivido por encima de sus posibilidades, este mismo ciudadano pagó cuotas abusivas e intereses altos. Así, quedan condenados a la exclusión social.
HABITATGE METRÒPOLIS BARCELONA
Por todo ello, el Ayuntamiento de Barcelona y el Área Metropolitana de Barcelona han creado 'Habitatge Metròpolis Barcelona', un operador público-privado que tiene como objetivo poder ampliar el parque público de alquiler asequible.
Buscarán, a través de un concurso público, colaboradores del ámbito privado que estén dispuestos a invertir en este proyecto con un beneficio discreto pero seguro a largo plazo. Según las previsiones, el rendimiento será del 4 por ciento.
El origen de 'Habitatge Metròpolis Barcelona' tiene que ver, explican fuentes de la empresa recién creada, con el hecho de que a nivel europeo el 75% de la vivienda es de propiedad, porcentaje que en el mercado nacional es del 82%.
Con el fin de intervenir en el mercado de la oferta, que en cuatro años se ha encarecido un 25% en el caso del alquiler, se pretende ayudar a reducir este aumento tan significativo del 6% anual.
La nueva empresa no se centrará en casos de pobreza extrema, sino en otro segmento de población, el de familias con ingresos de uno o dos miembros que trabajan y que podrían tener sueldos cercanos a los 1.000 euros cada una.
Estas familias dedican cerca del 40% de los ingresos a la vivienda y los suministros básicos, lo que las conduce a la precariedad.
El nuevo operador metropolitano tiene vocación de impulsar el alquiler social y ser capaz de poner en el mercado las unidades de pisos suficientes para poder influir en el precio.
El objetivo es gestionar un parque público de más de 4.500 viviendas en ocho años, gracias a la iniciativa mixta.
La búsqueda del operador privado tiene que ver con que un inversor experto se haga cargo de la promoción y de la administración de los alquileres, y se estima que el concurso se llevará a cabo antes de verano.
La iniciativa ya está en marcha, a la espera del capital privado que debería entrar en octubre, porque a través de la entidad pública empresarial Impsol, que depende de la AMB, ya puede diseñarse el proyecto.
PRECIO MÁXIMO DE 750 EUROS MENSUALES
Las primeras fincas están ubicadas en Montgat, con dos promociones, en Sant Adrià del Besòs, con otras dos, y en Sant Boi de Llobregat, con una. El precio de alquiler es de unos 750 euros.
En función de la situación socioeconómica del inquilino, podrá optar a subvenciones públicas que validarán los servicios sociales de cada municipio. En total, las ayudas a estos 750 euros pueden llegar al 50%, teniendo en cuenta las subvenciones de las diferentes administraciones, que irían por ventanilla única.
Se trata, insisten desde 'Habitatge Metròpolis Barcelona', de colaborar con el segmento poblacional que está teniendo dificultades para emanciparse. No hay un límite cerrado sobre el periodo del contrato, pero si la situación del inquilino mejora económicamente, es probable que se reduzca la subvención.
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