Margarita Robles controlará el CNI desde el ministerio de Defensa
Sánchez vuelve a confiar en ella como una de las piezas claves de su Ejecutivo, en un puesto en el que recupera las competencias sobre el CNI.
La magistrada progresista Margarita Robles, ex secretaria de Estado del Interior y veterana curtida en mil batallas tanto en terrenos ministeriales y parlamentarios como en las difíciles aguas de la política judicial, regresa 25 años después a un Ministerio, el de Defensa, con un Gobierno del PSOE, partido al que nunca se ha afiliado, aunque esta vez lo hará como principal responsable del departamento.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que la colocó hace dos años como su número dos en las listas de las elecciones generales de junio de 2016 y que la recuperó como portavoz del Grupo Socialista al retomar el liderazgo del partido, vuelve a confiar en ella como una de las piezas claves de su Ejecutivo, en un puesto en el que recupera las competencias sobre el CNI.
Trabajadora tenaz, feminista y de costumbres austeras -de las pocas vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que renunció a tener chófer, y a la que se podía ver entrar y salir de este órgano en su viejo utilitario-, en realidad nunca ha abandonado la política, mientras que su carácter independiente en extremo y su capacidad natural de liderazgo le hicieron merecedora tanto de leales simpatías como de fuertes enemistades en los diferentes destinos por los que ha ido pasando.
DE LA SANCIÓN POR EL 'NO ES NO' A LA PORTAVOCÍA
Robles fue uno de los 15 diputados socialistas que fueron sancionados por votar 'no' a la investidura de Mariano Rajoy, manteniéndose fiel a Pedro Sánchez, que terminó dimitiendo como líder del PSOE para luego ganar en las primarias a Susana Díaz y Patxi López.
En esos meses, su defensa pública del 'no es no' provocó varios encontronazos en el Grupo Socialista con diputados afines la presidenta de la Junta de Andalucía, a los que tuvo que dirigir después tras ser nombrada portavoz con el regreso de Sánchez.
Hasta su llegada al Congreso en 2016 Robles pertenecía a la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo en el Tribunal Supremo, plaza que poseía desde 2004, si bien una controvertida decisión del CGPJ, tras su última apuesta por la política, que ella no dudó en calificar de "venganza", privó a Robles de su condición de magistrada del alto tribunal. Soltera y sin hijos, entre 2008 y 2013 fue vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a propuesta del PSOE y es miembro de la asociación Jueces para la Democracia.
Nacida en León en 1957, es juez de carrera y ocupó sus primeras plazas en Balaguer (Lleida) y Sant Feliu de Llobregat (Barcelona).
Fue la primera mujer en presidir una Sala de lo Penal y una Audiencia Provincial -la de Barcelona, en 1991- y la tercera en entrar en el Tribunal Supremo.
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