Pablo Casado despide a Pedro Arriola, asesor de cabecera de Aznar y Rajoy
Uno de los cambios más aparentes que Pablo Casado ha impuesto en el PP es el despido de Pedro Arriola, gurú demoscópico de Aznar y Rajoy, al que se señala como culpable de las últimas derrotas electorales.
Pedro Arriola
Uno de los cambios más aparentes que Pablo Casado ha impuesto en el PP es el despido de Pedro Arriola, gurú demoscópico de Aznar y Rajoy, al que se señala como culpable de las últimas derrotas electorales. A ello se suma la caída en desgracia de Celia Villalobos, su esposa, quien tildó de ultraderechistas al entorno de Casado.
Pablo Casado y su equipo tienen claro que, en esta nueva etapa del PP, Arriola no tiene sitio. Entre otras cosas, porque “el partido no puede estar centrado únicamente en la demoscopia”, dicen fuentes de la actual dirección.
Así, según cuenta este domingo El Confidencial Digital, el sociólogo no tendrá despacho ni nómina en el partido, después de más de tres lustros trabajando para los presidentes populares, en Moncloa o en la propia sede de la calle Génova.
La estrategia de mirar únicamente a estudios sociológicos y de intención de voto ha arrastrado al PP a obtener muy malos resultados en Cataluña y a perder cualquier opción de gobierno en Andalucía en 2011.Los cálculos que Arriola hizo de escaños por provincias, después no se cumplieron.
Así, según revela El Confidencial Digital, el trabajo de Arriola llevaba tiempo cuestionado en la sede nacional de Génova, incluso con Casado como vicesecretario de Comunicación. El ahora presidente, y algunos de sus máximos colaboradores, como Javier Maroto y Andrea Levy, conocían de primera mano las dudas existentes sobre los consejos que el sociólogo daba a Rajoy en La Moncloa.
Los tres vicesecretarios, y sus colaboradores, entraron a formar parte del llamado “equipo de unidad de lenguaje”, integrado por asesores de Moncloa y de Génova. Un equipo en el que, por petición de la ejecutiva nacional de entonces, no entró Arriola y sí el jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, nombrado coordinador electoral. Las dos últimas legislaturas fueron testigo de sus diferencias, como en 2012, por ejemplo, cuando Moragas apostó por que Rajoy compareciera en el Senado tras publicarse los mensajes a Bárcenas, mientras que Arriola propuso lo contrario. En esa ocasión, se impuso el jefe de gabinete.
También hace un año, con la crisis de Cataluña, se vieron forzados a trabajar juntos, aunque el resultado final no fue tan bueno como el esperado. Estos precedentes, unidos a la necesidad de Casado de iniciar una “nueva etapa”, han provocado el descarte definitivo de Pedro Arriola. Ahora, el presidente del PP prefiere pedir estudios demoscópicos externos a tener un “asesor de cabecera” que, además, “despertaba muchas dudas”.
Según relata El Confidencial Digital, la continuidad de Arriola como asesor del PP hubiera sido posible si Soraya Sáenz de Santamaría hubiera alcanzado la presidencia. Entre otras cosas, porque una de las principales aliadas de la ex vicepresidenta del Gobierno era la mujer del sociólogo: Celia Villalobos. Sobre la diputada malagueña, en el equipo de Casado no tienen dudas: “No podemos contar con alguien que a nosotros nos acusaba de ser de extrema derecha. Desde entonces tenemos claro que no podemos trabajar juntos”.
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