Uralita indemniza con 112.000 euros a un trabajador por la muerte de su mujer por culpa del amianto
La mujer se encargó de la limpieza de la ropa de su marido durante 30 años y estuvo expuesta al amianto, lo que le causó un mesotelioma de pleura, por la que murió en 2016.
El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha confirmado la condena a la empresa Uralita, sucesora de la fábrica Rocalla de Castelldefels (Barcelona), a indemnizar con 112.000 euros a un extrabajador por la muerte de su esposa a consecuencia de su exposición a las fibras de amianto.
Según ha informado este jueves en un comunicado el Col·lectiu Ronda, la mujer murió de un mesotelioma provocado por la exposición a las fibras de amianto que impregnaban la ropa de trabajo de su marido, y ahora el TSJC considera que la muerte se debe al incumplimiento de la empresa del deber empresarial de encargarse de la limpieza.
La sentencia del TSJC confirma la del Juzgado Social 1 de Barcelona pero aumenta la indemnización que deberá recibir el afectado, de 75.400 a 112.000.
En la sentencia se considera probado que la inhalación de las fibras de amianto se producía por contacto con la ropa de su marido y en el proceso de limpieza de la ropa de trabajo contaminada, un proceso que lo hacían en casa pese a existir una normativa en materia de prevención del riesgo de exposición de amianto que obligaba a la empresa a ocuparse de este proceso.
Según el Col·lectiu Ronda, la mujer se encargó de la limpieza de la ropa de su marido durante 30 años, el tiempo que trabajó en Rocalla antes de jubilarse, y estuvo expuesta al amianto, lo que le causó un mesotelioma de pleura, por la que murió en 2016.
El marido, a su vez, se encuentra actualmente en situación de incapacidad permanente por una asbestosis causada por la exposición al amianto.
El abogado del demandante, Miguel Arenas, ha destacado que la resolución judicial "reitera la evidencia de la responsabilidad de la empresa Uralita por las muertes y enfermedades causadas por el amianto" y según él propiciadas por el absoluto menosprecio que tuvo durante décadas por la salud de sus trabajadores, familias y vecinos.
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