Sánchez se desmarca de la reunión entre Iglesias y Junqueras ante las críticas de sus barones
El presidente del Gobierno ha recordado que la negociación con el resto de partidos para la aprobación de los presupuestos es competencia del Ejecutivo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha agradecido este jueves al líder de Podemos, Pablo Iglesias, su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado para 2019 que el Ejecutivo se dispone a presentar en el Congreso a primeros de diciembre, pero ha recordado que la negociación con el resto de partidos para la aprobación de esas cuentas es competencia del Ejecutivo.
Así se ha pronunciado en rueda de prensa desde Bruselas al término de la cumbre de líderes europeos preguntado si Iglesias ejercerá este viernes el papel de mediador del Gobierno para los PGE en la visita que hará al presidente de ERC, Oriol Junqueras, en la cárcel de Lledoners (Barcelona).
"Agradezco a Iglesias el apoyo a esta propuesta, pero también recuerdo que la negociación en nombre del Gobierno la hace el Gobierno", se ha limitado a señalar Sánchez, después de que Iglesias haya reconocido que acude a Lledoners con la intención de intentar atraer a ERC al acuerdo sobre los Presupuestos.
Iglesias informó a Sánchez de su intención de reunirse con Junqueras en su último encuentro en La Moncloa para sellar el acuerdo en torno a los Presupuestos. Según la versión del líder de Podemos, a Sánchez le pareció normal esta visita, pero no le pidió que trasladara ningún mensaje en concreto al dirigente independentista en prisión preventiva.
El líder de Podemos ha revelado que en esta ocasión fue Junqueras el que pidió verle, después de que en junio pasado Iglesias hubiese mostrado interés en reunirse con él, pero tuviera que postergar esa cita por su baja anticipada de paternidad.
PRIMERA REACCIÓN SIN PEROS
La primera reacción del Ejecutivo tras hacerse pública la próxima visita de Iglesias a Junqueras la verbalizó la vicepresidenta Carmen Calvo, quien no puso peros a ese encuentro. "Me parece bien, en principio, que todo el mundo pueda hablar con todo el mundo", dijo el martes pasado.
Pero un día después, dirigentes territoriales de peso en el PSOE como los presidentes de Andalucía, Susana Díaz, y Emiliano García-Page, manifestaron su malestar por la actitud de Iglesias, con la que marcaron distancias.
Díaz acusó a Iglesias de "sobreactuar" con el objetivo de aparentar ser "un vicepresidente" del Ejecutivo "en la sombra", mientras que García-Page remarcaba que a él Iglesias no le representa. En la tarde del miércoles, el ministro de Exteriores, Josep Borrell, se distanciaba de la primera reacción de Calvo haciendo hincapié en que Iglesias en ningún caso acudía a Lledoners a hablar de los Presupuestos en nombre del Gobierno.
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