La ayuda humanitaria pone a prueba la lealtad del Ejército a Maduro
En estos momentos, la duda está en si el Ejército, sobre todo en sus escalafones medios y básicos, impedirá la entrada de ayuda exterior a Venezuela.
Después de que Juan Guaidó haya sido reconocido por 20 de las 28 naciones de la UE, además de por EEUU, Canadá, Israel y la práctica totalidad de los países americanos, empieza la segunda fase de la operación del presidente interino de Venezuela.
¿En qué consiste? En crear un cordón humanitario que proporcione alimentos y medicamentos a la población venezolana que está sufriendo grandes carestías. Por una parte, este convoy será escoltado por militares colombianos hasta la ciudad de Cúcuta, que linda con Venezuela. Por la frontera de Brasil, también el Ejército carioca acompañará los víveres hasta la frontera con el país bolivariano.
En estos momentos, la duda está en si el Ejército venezolano, sobre todo en sus escalafones medios y básicos, impedirá la entrada de ayuda exterior al país.
Para Guaidó, el valor político de una acción humanitaria exitosa sería inmenso. De ahí que Nicolás Maduro haya rechazado de forma airada la colaboración de países como EEUU o Canadá. "A Venezuela no puede hacérsele una propuesta falsa de ayuda humanitaria (...) ¡No somos mendigos!", afirmó de forma exaltada Maduro.
La grave crisis de desabastecimiento de alimentos y de fármacos ha provocado una crisis sin precedentes en el país americano. Se calcula que hay millones de personas que viven en el umbral de la pobreza y tantos otros que no gozan de la atención sanitaria que necesitarían.
Guaidó se la juega en esta operación humanitaria: si sale bien, su capital político saldrá reforzado, pero si el Ejército impide el acceso al país de los bienes, la oposición deberá presionar al Gobierno de Maduro por otros medios.
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