Joan Ramon Canals y sus "fechorías" como alcalde en Molins de Rei

 

El 1 de febrero, Casals daba en su alcaldía un complemento de productividad de 8.500 euros a la Guardia Urbana, por su trabajo en la zona de ocio del polígono El Pla-Barri el Canal y la estación de tren del pueblo, mientras se le nombró jefe de la Oficina Presidencial de la Generalitat en la misma jornada. Casals es el ‘alter ego’ de Puigdemont, y, haga lo que haga, se le va a ascender políticamente.

Casals también es el sustituto con quien Puigdemont amenazó a Marta Pascal para echarla de los altos cargos del PDeCAT. Pero, Casals se unió el pasado julio de 2018 a la renuncia de Pascal a repetir en el Congreso y escogiendo a David Bonvehí por consenso (y descarte).

Cuando se sube el sueldo, se destapan los problemas

Cuando el 1 de febrero Casals le da una paga extra a la Guardia Urbana de Molins de Rei (Barcelona), lo hace desatendiendo a las recomendaciones del informe desfavorable del jefe de Personal y Organización del ayuntamiento, quién afirma que no se atiende a “la grave problemática global de la plantilla”, y hasta se planteó dimitir. Entonces, según los sindicatos mayoritarios (UGT, CCOO y CGT), Casals ha cometido un fraude al otorgar un dinero de manera indebida y sin tener un presupuesto destinado para ello. Lo hizo para contentar y seguir escalando.

Lo peor, es que esta no es la primera vez que a Casals le pasa algo parecido. El alcalde de Molins de Rei también dio un complemento salarial al interventor y a la jefa de administración sin previa consulta con el resto del consistorio, saltándose todas las reglas, siendo denunciado en los juzgados y dándose a Casals por culpable, que tuvo que recular en esta decisión.

Además, como alcalde, el julio pasado también designó a dedo al sindicato CSC para asesorar a su ayuntamiento en lo laboral, siendo este el sindicato de referencia del independentismo catalán. Casals justificó esta contratación alegando que, a diferencia de UGT o CCOO, este es es "un sindicato sin casos de corrupción" y "la primera fuerza sindical en Cataluña sin ser la sucursal de un sindicato con capital en Madrid", entonces "su precio es más económico que el de UGT y CCOO".

Su corrupción sigue alterando a los sindicatos. A pesar de ello, Casals sólo acaba reculando en sus decisiones por la fuerza legal. A Casals le gusta tomar decisiones arbitrarias y dejar claro quién manda, además de tener unas ideas bastante radicales, cada vez más pronunciada desde que en 2015 fue diputado para Junts pel Sí (JxSí). Dejó de lado al pueblo para preocuparse solo por el nacionalismo, y así fue cómo se ganó a Carles Puigdemont y los cargos que ha ocupado y ocupa hoy en día.

Igualmente, Puigdemont decidió premiar a Casals, nombrándolo asesor de la consellera de Presidencia, Elsa Artadi. Y ahora, sólo dos meses después, Puigdemont le cesa ese cargo y lo pone como figura de gran peso en el Palau de la Generalitat. Y más allá de los cargos, quizás también lo más importante era su retribución. Casals, como asesor de Presidencia, cobraba un sueldo de funcionario de unos 75.000 euros al año, frente a lo que ya antes tenía como diputado del Congreso, algo más de 47.000 euros por año. Pero, ahora, siendo jefe de la Oficina de la Presidencia de la Generalitat, su sueldo asciende a más de 83.000 euros.

Quim Torra ya tiene un problema más. Su jefe de la Oficina Presidencial y alcalde de Molins de Rei, Joan Ramon Casals, es quién realmente dirige el Palau de la Generalitat. Casals era el favorito de Carles Puigdemont en su Govern y ahora sigue siendo su hombre de confianza en Catalunya.

Licenciado en Derecho, Casals tiene también tiene estudios de Ciencias Políticas y Ciencias Empresariales. Llegó a las Juventudes de Convergència en 1993 y en 1997 ya fue concejal de su localidad natal. En 2007, ya encabezó el cartel de CiU en las municipales, que perdió ese año pero ganó en 2011. Desde el 2006, se hizo cargo de la política municipal de CDC y desde 2012 fue el secretario ejecutivo de Territorio y Política Municipal.

*fotografía de Viu Molins de Rei