El Vall d'Hebron decide reducir el equipo de enfermeras especializadas en operaciones pediátricas de corazón
"¿Si los médicos luchan por su especialidad, por qué las enfermeras no pueden luchar por la suya?", explican los trabajadores ante la decisión de la dirección de emplear a profesionales que no cuenten con un gran nivel de especialización.
La tensión entre la excelencia profesional y los ajustes presupuestarios es un clásico de la gestión hospitalaria. Pero cuando lo que está en juego son las vidas de los más pequeños, es difícil justificar una decisión que priorice lo segundo sobre lo primero.
El sindicato Csif ha denunciado que en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona se ha decidido reducir el equipo de enfermeras perfusionistas que hasta ahora trabajaban exclusivamente en cirugías infantiles.
Aunque esta especialidad sea poco conocida, se trata de una de las áreas de especialización más cotizadas en el campo de la enfermería. El perfusionismo --el conjunto de técnicas que permiten operar una máquina de circulación extracorpórea, clave para mantener con vida a un paciente que debe ser operado del corazón-- es una disciplina que se enseña en muy pocos centros en nuestro país, de ahí que sus técnicos estén muy cotizados por la red hospitalaria. Y entre los profesionales más demandados se encuentran, precisamente, los que tienen una titulación en perfusionismo pediátrico.
Hasta ahora, el Vall d'Hebron contaba con tres enfermeras especializadas en este ámbito. Pero tras la baja de una de ellas, tanto el gerente del hospital, Vicenç Martinez Ibañez, como la directora, Mª Ángeles Barba, han trasladado a la plantilla la decisión de prescindir de enfermeras con experiencia en perfusiones pediátricas.
EL SINDICATO REIVINDICA LA "EXCELENCIA" PARA EL HOSPITAL
La dirección propone sustituir a esta perfusionista pediátrica por una perfusionista general, es decir, que no tenga una experiencia continuada con cirugías infantiles y que vaya rotando por diferentes áreas según las necesidades hospitalarias. "¿Si los médicos luchan por su especialidad, por qué las enfermeras no pueden luchar por la suya?", explican fuentes de Csif.
Sin embargo, las características cardiovasculares de un adulto y las de un niño son muy distintas: "no es lo mismo una valvulopatía en un niño de 1 año, que pese un kilo o un kilo y medio, que en un adulto", detallan las mismas fuentes, que añaden que el equipo de quirófano infantil también cumple la función de dar confort a las familias antes y después de la intervención.
De ahí que los trabajadores pidan no sacrificar la "excelencia" en aras de un ajuste del gasto. Además, señalan que se corre el riego de que otro de los profesionales decida abandonar el hospital ante el aumento de la presión en el día a día en el trabajo.
El sindicato señala la situación de otros centros hospitalarios de élite, como el Juan de Dios de Barcelona o el Gregorio Marañón de Madrid, cuyos servicios de cirugía cardíaca cuentan con 3 perfusionistas pediátricos. "Este es otro caso más de los recortes que recaen en el Hospital Vall d'Hebron", ha advertido la organización sindical en un comunicado, añadiendo que "los ciudadanos tienen derecho a la mejor calidad asistencial".
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