ERC sacrifica a JxCat para pactar con Colau, mientras el PSC presiona por un gobierno sin independentistas

ERC ha asumido que para pactar con Colau, debe sacrificar su entente con JxCat. Así lo expresó el domingo por la noche el alcaldable republicano en el programa de Ana Pastor. Su afirmación no ha sentado nada bien en el entorno posconvergente, que a la vista de pactos en otros municipios catalanes, esperaba conservar una cuota de poder en la capital catalana.

Los sucesores de CiU mantienen un perfil bajo sobre los movimientos de Maragall, pero no les debe de haber sentado nada bien que su socio de gobierno se incline por pactar con una fuerza no independentista en Barcelona. A fin de cuentas, el independentismo presentó durante la campaña la conquista de la capital como un objetivo para seguir adelante con el 'procés'.

Sin embargo, el viraje de Maragall se constata por su ánimo de reunirse con el PSC para cerrar un acuerdo. Los socialistas tienen en su mano decantar la balanza hacia una alcaldía de Maragall o una alcaldía de Colau, y por eso el político de ERC ha decidido ganarse su confianza.

Fuentes de ERC han explicado que el equipo del republicano se ha puesto en contacto con el de Collboni para buscar fecha al encuentro, que tiene como objetivo "conocer su posicionamiento" después de las elecciones del pasado 26 de mayo y en el marco de los encuentros posteriores a los comicios.

Desde la candidatura han señalado que la voluntad del encuentro es constatar el punto en que se encuentra cada formación después de las elecciones, y que se trata de un "encuentro de responsabilidad institucional".

EL PSC DESCARTA INVESTIR A MARAGALL

Sin embargo, Collboni ha empezado por dar calabazas. En respuesta a los republicanos, el PSC ha recordado que quieren negociar un gobierno a solar con BComú y asegurar que la ciudad no quede subordinada al proceso independentista.

En una misiva enviada a Maragall, el equipo socialista recuerda que se comprometió con la ciudadanía a ser garantía de una Alcaldía progresista, de un buen gobierno y de no subordinar la ciudad al proceso independentista: "Seremos coherentes en el pleno de investidura".

Esta posición firme de Collboni se entiende por el ofrecimiento "sin condiciones" de Manuel Valls a Ada Colau para que preserve la vara de mando. En el entorno del exprimer ministro francés --que no en el entorno de Ciudadanos--, señalan que es mejor mala conocido, que bueno por conocer.

La suma de los votos de Cs, PSC y Barcelona en Comú constituiría un freno al separatismo aun a costa de que la alcaldesa se mantuviera con la vara de mando. Pero en el debate de suma negativa entre dos males, Valls sostiene que es preferible el populismo de Colau al independentismo sumado al populismo que encarna Maragall.