Polémica por la negativa de Budó a contestar en castellano
La norma no escrita es que primero se hacen las preguntas en catalán para las radios y el resto de informadores en esta lengua, y después se pasa a las preguntas en castellano.
Dos meses después de ser nombrada consellera de Presidència y portavoz del Govern, Meritxell Budó ha protagonizado una de las últimas polémicas lingüísticas al no contestar en castellano a periodistas.
Fue en la rueda de prensa del martes tras la reunión del Consell Executiu, cuando a preguntas de un informador señaló que no podían hacerse dos conferencias, una en catalán y otra en castellano.
La norma no escrita en esta rueda de prensa semanal es que primero se hacen las preguntas en catalán para las radios y el resto de informadores, y después se pasa a las preguntas en castellano.
No existe ninguna norma que diga que las preguntas en español deban ser las mismas que las que se han hecho previamente en catalán.
Por ello, la negativa de Budó a contestar en castellano molestó a la prensa que se encontraba en el Palau de la Generalitat.
La consellera argumentó que había un supuesto pacto por el que solo se permite traducir en lengua castellana declaraciones hechas previamente en catalán.
En cualquier caso, no existe acuerdo por ninguna de las partes a no contestar cuestiones realizadas en castellano.
PERFIL
Meritxell Budó, farmacéutica de profesión, fue alcaldesa de La Garriga en 2007, con el apoyo del único concejal del PP en el municipio. Un año después dejó de serlo por una moción de censura impulsada por el PSC, y volvió a ser elegida en 2011.
Fue Carles Puigdemont quien anunció su nombramiento como consellera, después de que Elsa Artadi dejara el cargo para dedicarse a la política municipal en Barcelona. Días después, fue confirmada por Quim Torra.
Budó forma parte de la Crida Nacional per la República, la plataforma de Puigdemont que ha intentado dar unidad al independentismo, pero que no ha conseguido convencer a ERC.
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