Sánchez rechaza la entrada de Podemos en el Gobierno para evitar 'problemas'
Como mínimo hay tres aspectos en que la entrada de los de Iglesias al Ejecutivo se ven como motivos de conflictos que se quieren evitar en el futuro Ejecutivo.
Los diálogos entre PSOE y Podemos sigue bloqueado. Los de Pablo Iglesias siguen reclamando la cartera de algunos ministerios pero Pedro Sánchez tiene cada vez más claro que eso puede complicar mucho la legislatura.
Las discrepancias en temas fundamentales de Estado hace cada vez más inviable el acuerdo. El PSOE no quiere mostrar debilidad ni contradicciones en los temas clave de los próximos cuatro años, y, como mínimo, hay tres aspectos en que la entrada de Podemos puede provocar tensiones: Catalunya, los recortes exigidos por la Unión Europea y la presencia militar en Irak.
El punto donde hay máximas discrepancias es Catalunya. El partido morado lleva tiempo reclamando la liberación de los políticos catalanes presos y la sentencia del Tribunal Supremo puede provocar tensiones si se conforma un gobierno con el PSOE. Mientras los socialistas parecen dispuestos a aceptar la sentencia que dicten los jueces, que se prevé que condene a los presos, como mínimo, por malversación, los podemitas ya están pensando en buscar indultos para los políticos. Este punto, podría desestabilizar un gobierno de coalición con entre PSOE y Podemos a los pocos meses de arrancara la legislatura ya que la sentencia está prevista que se emita en los primeros meses de otoño, si no se adelanta a julio.
Por otra parte, Bruselas lleva tiempo reclamando al Gobierno de España que siga aplicando políticas de recortes para evitar que se produzca una nueva crisis en el país. Desde hace dos años, el Fondo Monetario Internacional (FMI) viene recordando al Estado que tienen una desviación de 12.000 millones de euros, y cada vez se hace más necesario tomar medidas. Estas medidas, seguramente, se van a traducir en recortes si no en una menor inversión. Algo que Podemos no parece estar dispuesto a aceptar.
Por último, está un punto clave en política internacional. Desde los primeros meses del año, el gobierno encabezado por Pedro Sánchez se ha comprometido en participar en la Misión Irak de las Naciones Unidas, que está desarrollando la OTAN. El organismo internacional ha solicitado a España el apoyo militar, que Podemos quiere evitar. La misión consiste en enviar 500 efectivos de militares al país de Oriente Próximo con el objetivo de lograr la estabilización tras la guerra así como adiestrar y asesorar a las fuerzas militares locales.
Podemos ya se mostró contrario en su día a participar en esta misión y ha tratado de bloquear la participación de España en esta misión internacional, en la que España ha de enviar nuevos efectivos a principios de otoño. La entrada de los de Iglesias al Gobierno sólo conllevaría más tensiones en un principio de legislatura que los socialistas quieren que sea relajado.
Asimismo, la OTAN quiere que España participe en un nuevo proyecto en el que se le pide compartir y comprar munición con otros siete países. Algo en lo que Podemos se ha mostrado en desacuerdo.
Todos estos asuntos hacen que las relaciones entre PSOE y Podemos cada vez sean más difíciles y la intención es evitar que estas tensiones se desplacen hasta el Ejecutivo, por lo que la posibilidad de entregar ministerios a los de Iglesias cada vez parece más inviable.
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