La investidura de Sánchez, en manos de los independentistas
La posible abstención de Podemos el próximo 23 de julio en el Congreso de los Diputados haría necesario los apoyos de los secesionistas para que el líder del PSOE fuera nuevo presidente del Gobierno.
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, no ha descartado este miércoles la posibilidad de que el candidato socialista Pedro Sánchez sea investido presidente del Gobierno la próxima semana con los votos de los partidos independentistas catalanes, PNV, EH Bildu, Compromís y el Partido Regionalista de Cantabria (PRC).
En declaraciones a los periodistas en un acto en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, al ser preguntada sobre la posibilidad de que la investidura salga adelante con la abstención de Unidas Podemos y los votos a favor de las formaciones citadas, Carmen Calvo ha recalcado que el Gobierno contempla como ha "dicho, completamente en serio, que Sánchez sea investido la próxima semana.
En este punto ha recalcado que el Gobierno contempla esta hipótesis desde "el respeto a todos los grupos de la Cámara que representan la diversidad ideológica de todos los españoles".
Además ha argumentado que una cosa es la investidura y otra la posterior formación de Gobierno.
Si, como todo parece apuntar, las bases de la formación liderada por Pablo Iglesias deciden no apoyar al líder del PSOE, estos no tienen más remedio de pedir el voto a los partidos nacionalistas e independentistas. Y es que PP y Ciudadanos, junto con VOX y Navarra Suma y Coalición Canaria, suman 28 escaños más a favor del no, que los de los socialistas y las 42 abstenciones de Podemos les empuja a buscar apoyos para una segunda votación.
Sánchez necesitaria los votos de ERC, PNV, EH Bildu, JxCat, Compromis y los canarios PRC. Nacionalistas e independentistas, pues, serían los que darían su apoyo al líder socialista, lo que podría condicionar de manera clara la legislatura.
Los que parecen tener más claro su apoyo al líder socialista son los valencianos de Compromís, el PRC e incluso el PNV, pese a tener algunas reticencias. El líder de los republicanos en el Congreso, Gabriel Rufian, también ha asegurado este 16 de julio, que no van a bloquear la investidura de Sánchez, y EH Bildu, siguen el mismo camino. El resquicio más importante está en los independentistas catalanes de JxCAT.
El partido de Puigdemont tendría la llave de la investidura de Sánchez, ante la abstención de Podemos. Y la formación catalana se encuentra en estos momentos dividida. Si su antiguo líder, Arur Mas, trata de hacer presión para facilitar un gobierno de los socialistas e impedir así que gobierne la derecha, el sector de Puigdemont y Quim Torra no lo tiene tan claro. De hecho, en una carta remitida este 17 de julio por parte del president de la Generalitat al president en funciones y candidato ha pedido una propuesta "para dar voz a Cataluña", sin la que le ha asegurado que su posición es votar no a la investidura.
Desde el PSOE no se encuentran cómodos con estos apoyos y tratan de presionar a Podemos para que rectifique su posición. Tras las declaraciones de Pedro Sánchez asegurando que las relaciones con el partido de Iglesias estaban truncadas ante el empeño en pedir ministerios, los socialistas juegan la baza de Vox. Es decir, le recuerdan a la formación morada, que su falta de apoyo o incluso si se decantan por el 'no' les posicionaría muy cerca de la decisión del partido de ultraderecha de Santiago Abascal.
La vicepresidente en funciones lo ha dejado bien claro: "todo apunta a que Abascal e Iglesias van a estar en la misma posición la semana que viene". Algo que niega Irene Montero que insiste en que su voto depende de lo que proponga el PSOE el próximo 22 de julio en el Congreso de los Diputados. Es allí donde Podemos podría pasar del 'no' a la abstención y dejar un posible futuro gobierno de Pedro Sánchez, en manos de los independentistas.
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