Las obras de la Sagrera están al 40 por ciento sin plazo de finalización

 

Las obras de la estación de La Sagrera en Barcelona han alcanzado entre el 38% y 40% de ejecución, tanto en la estructura central de la futura instalación como en sus accesos ferroviarios, trabajos que permitirán el paso de líneas de Rodalies de Catalunya y Alta Velocidad.

Lo ha explicado este miércoles el subdirector de Construcción de Adif Alta Velocidad, Juan Antonio Hermoso, en una atención a los medios tras visitar las obras, en la que están trabajando unas 500 personas: "Las obras están en un estado bastante avanzado de ejecución".

Para mediados del año que viene se prevé trasladar las vías de Rodalies de la línea de Mataró (R1) a su nueva ubicación en la estación, que ahora transcurren al lado de las obras, y entre 18 y 20 meses después se hará lo mismo con las vías de la línea de Granollers (R2).

Preguntado por cuándo acabarán las obras, Hermoso ha declinado dar un plazo concreto de finalización y ha subrayado que están centrados en cumplir con los plazos fijados para la reubicación de los corredores de Mataró y Granollers.

"Vamos a ir paso a paso. El primer hito es la línea de Mataró para el año que viene y entre 18 y 20 meses después la de Granollers. En paralelo, trabajaremos para que a lo largo de ese periodo podamos ir acotando fechas para la terminación de esta estación", ha recalcado Hermoso.

La futura estación de La Sagrera contará con tres niveles: por el inferior pasarán los trenes de Rodalies y estará a una profundidad de entre 16 y 17 metros; en el intermedio habrá dos aparcamientos y un vestíbulo en el centro, y por el superior pasarán los trenes de Alta Velocidad.

Hermoso ha sostenido que los trabajos en La Sagrera tienen muchas complejidades técnicas y las tienen desde que se empezaron, puesto que se encuentra en lo que era una antigua estación de mercancías de pequeña velocidad y en la que confluían muchas vías, que se tuvieron que desmantelar en coordinación con los diferentes agentes implicados.

Las obras también presentan dificultades en su propia ejecución porque, por ejemplo, la zona en la que se ubicará la futura estación cuenta con un nivel freático elevado y se tiene que ir bombeando agua para que no se inunde: diariamente se sacan 4.000 metros cúbicos de agua, cifra que equivale a cinco piscinas olímpicas.