El independentismo pasa de las sonrisas a la agitación para lograr que no pinche la Diada
Los organizadores del 11-S planean realizar una "performance" frente a la Generalitat, concentrarse frente a las cárceles y también protestar frente a las empresas de la "lista negra" independentista.
Los independentistas tienen miedo de que la Diada pinche. Tras movilizaciones multitudinarias durante siete años consecutivos, la división entre ERC y PDeCat y el desencanto por las promesas incumplidas de sus líderes, podría motivar una desbandada popular que convirtiera el próximo 11 de septiembre en una concentración irrisoria en comparación con años anteriores.
De ahí que los organizadores de la Diada estén planificando actos de agitación para lograr un revulsivo entre las bases. Según informa 'El Confidencial Digital', el movimiento independentista quiere sustituir su idea inicial de realizar una concentración tranquila en Plaza España, a la que se llegaría tras una marcha reivindicativa desde Plaza Cataluña, por una jornada de agitación en las calles.
¿El motivo? Lograr conectar con un público que está aburrido de reuniones patrióticas cada año sin que se avance un ápice en la construcción de la soñada República catalana.
"DAR MUCHO MIEDO"
"Este 11 de septiembre no debemos desfilar para contemplarnos a nosotros mismos, sino que hemos de dar miedo. Mucho miedo”, ha publicado la ex dirigente de la ANC Liz Castro en su perfil de Twitter.
En torno a esta idea se mueven algunos independentistas, que preferirían pasar de las sonrisas a la acción. Por ello estos sectores promueven sustituir el modelo "desgastado y estéril" lanzado por Muriel y Forcadell en la primera fase del procés, por acciones de acción directa más resolutivas.
El plan pasa por lograr que aproximadamente un contingente de 20.000 catalanes se sitúe en puntos estratégicos de Catalunya para dar la imagen de que se puede controlar el territorio de forma popular. Convertir a cada ciudadano en un activista de la acción directa para estar presentes en "aeropuertos, estaciones, puertos, La Caixa… y otras empresas que se plegaron a las presiones de la monarquía", según se recoge en una carta a la ANC enviada por el historiador Xavier Diez, partidario también de esta línea dura.
Entre el resto de medidas que proponen estos mismos sectores están una manifestación frente a la Generalitat y acciones de protesta frente a las cárceles. Todo con la voluntad de que la inmensa afluencia de catalanes que se apuntaron a las Diadas independentistas no se quede en agua de borrajas.
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