Todo estaba planeado para ser una simple visita a una atracción turística, pero se convirtió en algo más que eso para Bal Gill, una estadounidense que fue a Escocia en mayo de este año. Todo porque, cuando visitaba el Camera Obscura and World of Illusions en Edimburgo, pasó por una cámara térmica y se dio cuenta de que algo extraño estaba ocurriendo en su cuerpo: había una mancha de calor en su pecho izquierdo. La imagen, dice ahora, permitió a Bal Gill detectar el cáncer de mama.
En un mensaje de agradecimiento que envió a la organización de la atracción turística, la estadounidense dijo que todo comenzó cuando visitaba Escocia con su familia. "Habíamos ido al Castillo de Edimburgo y en el camino de regreso vimos un museo. Al entrar, pasamos por una habitación con una cámara térmica. Como todas las familias, empezamos a mover los brazos y ver las imágenes creadas", explica Bal Gill, de 41 años, añadiendo que luego detectó "una mancha de calor" en su pecho izquierdo. Le pareció extraño y cuando miró a "todos" se dio cuenta de que sólo ella tenía aquella mancha. "Tomé una foto, seguí adelante y disfruté del resto del museo", dice.
Pocos días después de esta visita, cuando regresó a casa, la mujer encontró la fotografía que había tomado y buscó en Google lo que esa mancha podría significar. "Vi muchos artículos sobre el cáncer de mama y las cámaras térmicas. Pedí una cita con el médico y me enteré de que tenía cáncer de mama". Bal llegó a tiempo y la enfermedad se detectó en una fase temprana. Ahora está pasando por su tercera cirugía para evitar que el cáncer se propague.
"Sólo quiero decir gracias: sin esa cámara, nunca lo habría sabido. Entiendo que este no es el propósito de la cámara, pero para mí fue una visita que cambió mi vida", agrega la mujer estadounidense en una carta enviada al museo.
Esta cámara térmica, según 'CNN', fue instalada en el Camera Obscura and World of Illusions en 2009, y es una zona muy popular entre las atracciones de Edimburgo. Este dispositivo permite a los visitantes ver los puntos calientes de todo su cuerpo.
En respuesta a la historia que Bil contó al museo, Andrew Johnson, director general de la Cámara Oscura, subraya que los responsables del museo "no sabían que la cámara térmica tenía el potencial de detectar síntomas que cambian la vida de esta manera". "Nos conmovió mucho cuando Bal se puso en contacto con nosotros para compartir su historia".
La termografía, explica el comunicado enviado por el museo, es una herramienta utilizada por los expertos que también permite medir la temperatura de la piel en la superficie del seno. "Es una prueba no evasiva que no implica radiación", dice la nota.
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