Volkswagen se niega a reunirse con Aragonès para tratar el futuro de Seat en Martorell

 

El vicepresidente y consejero económico del Govern, Pere Aragonès, anunció hace pocos días que estaba estudiando desplazarse hasta Alemania para reunirse con la máxima dirección de Volkswagen, propietaria de su filial Seat en España. Sin embargo, los planes para este encuentro no han salido según lo planeado.

La respuesta de la multinacional a la petición de la Generalitat ha sido derivar la reunión a su delegado del grupo en España para que tanto Govern como empresa puedan tratar el futuro de la planta de producción en Martorell.

Aunque el objetivo del Ejecutivo catalán era transmitir un mensaje de sosiego a los dirigentes de Volkswagen, estos han preferido evitar un encuentro con Aragonès y derivar el asunto a su filial sobre el terreno.

Desde la publicación de la sentencia del 'procés' y los posteriores disturbios en las calles de Barcelona, ha regresado la inquietud sobre la continuidad de la factoría catalana del grupo alemán. De hecho, ha sido el mismo presidente de Seat en España, Luca de Meo, quien ha abierto la caja de los truenos al recordar que la inestabilidad política afecta seriamente a la producción y podría provocar una decisión irreparable.

El directivo mostró hace pocos días su inquietud por los incidentes violentos que ocurren casi a diario en Catalunya, donde tanto Tsunami como los CDR ocupan calles, cortan el tráfico y amenazan con paralizar la producción en Zona Franca. Ante este escenario, de Meo fue tajante: el futuro de Seat en Martorell peligra.

El jefe máximo de la automovilística en Catalunya añadió que el parón en la producción debido a la huelga independentista posterior a la sentencia supuso "pérdida de decenas de millones de euros" para la compañía.