La Seguridad Social reconoce incapacidad permanente por amianto a un jubilado del metro de Barcelona
El afectado, que prestó servicio para entre 1975 y 2011, está enfermo de cáncer de pulmón.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha reconocido por primera vez la incapacidad permanente derivada de contingencia profesional por exposición al amianto a un trabajador jubilado del metro de Barcelona.
Lo han explicado este miércoles en rueda de prensa el trabajador enfermo, Antonio; el abogado del Collectiu Ronda Jaume Cortés, y el miembro del comité de empresa de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) Ángel Muñoz.
El afectado, que prestó servicio para el Metro de Barcelona entre 1975 y 2011, está enfermo de cáncer de pulmón y el INSS le ha aprobado la pensión de incapacidad permanente en grado de absoluta para cualquier tipo de trabajo.
Se trata de la primera resolución del INSS que establece como origen de la situación de incapacidad permanente de un trabajador del Metro de Barcelona la presencia de amianto en el suburbano.
Antonio ha explicado que trabajó durante 32 años en los túneles del Metro de Barcelona y que ni a él ni a sus compañeros les dieron en su momento protecciones para colocar placas de uralita: "Se ve que valía dinero y la empresa no quería reconocer que el túnel estaba sucio".
Las placas de uralita que tuvieron que colocar en los túneles del suburbano sirvieron para aislar los estacionadores, espacios que se utilizan para apartar los trenes y repararlos cuando se averían durante el día.
Antonio ha expuesto que colocar las placas de uralita en los estacionadores implicaba taladrarlas, lo que generó polvo que él y sus compañeros respiraron y tocaron con las manos, y ha indicado que algunos ellos han tenido "mala suerte" como él y han enfermado, mientras que a otros les ha ido mejor y no les ha pasado nada.
"Estoy aquí para ver si puedo ayudar a otros compañeros" y conozcan que estuvieron expuestos al amianto y los riesgos que conlleva, ha dicho Antonio, y ha asegurado que ni él ni sus compañeros sabían que la uralita era tan mala cuando trabajaban con ella, pero que la empresa sí que era consciente.
Antonio empezó a tener una tos seca en agosto de hace un año y, como no se le pasaba, fue al médico, le detectaron una mancha en el pulmón y le diagnosticaron cáncer de pulmón: "Mi odisea es ir cada 15 días al hospital a hacer tratamientos. Y aquí estamos".
El abogado del Col·lectiu Ronda, que coordina el equipo legal que está asesorando la plantilla de TMB por la presencia de amianto en las instalaciones y convoyes del suburbano, ha sostenido que hace diez meses advirtieron de los riesgos que existieron y existen para los trabajadores del metro de Barcelona, y que ahora ya hay diez expedientes administrativos para ocho trabajadores que han estado expuestos al amianto: "Lo que decíamos se está cumpliendo".
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