Carlos Ghosn compara la conspiración contra él con el ataque a Pearl Harbor
El expresidente de Nissan dice que cuando sus amigos le preguntan si no se dio cuenta de que la conspiración se estaba formando, les responde que Estados Unidos tampoco se dio cuenta del ataque a Pearl Harbor.
La pregunta sobre cómo Carlos Ghosn, vigilado las 24 horas del día, logró escapar del arresto domiciliario en Japón, sigue sin resolverse. "No revelaré mi plan de escape", ha dicho el ex presidente del grupo Renault-Nissan, durante su primera conferencia de prensa desde que salió de Japón hacia el Líbano.
En lugar de la fuga, "la decisión más difícil" de su vida, el empresario prefiere señalar a una supuesta conspiración contra su persona y la comparó con el ataque japonés a la base de Pearl Harbor. Los estadounidenses no se dieron cuenta de que el ataque iba a suceder y él tampoco se dio cuenta de que la conspiración estaba creciendo.
Se ha especulado mucho sobre la fuga de Ghosn, acusado de fraude, y la participación de sus familiares en el diseño de la estrategia. Pero desde Beirut el empresario prefiere hablar de las condiciones en las que fue detenido: "Me arrancaron brutalmente de mi mundo".
Los responsables de la investigación criminal, acusa, le advirtieron que lo mejor era confesar, de lo contrario su situación empeoraría, y las condiciones de su encarcelamiento, dijo, violaban las normas de las Naciones Unidas. Durante su arresto, no tuvo ningún contacto con sus familiares, destaca.
Hablando de Greg Kelly, su antiguo asesor, que sigue detenido, Ghosn asegura que fue perseguido por negarse a firmar un acuerdo con las autoridades japonesas. Kelly es una "víctima del sistema", dice.
Sobre sí mismo y sobre las acusaciones de fraude que se le atribuyen, Ghosn mantiene lo que ha estado diciendo desde el primer minuto: son falsas. Y señala a "individuos sin escrupulosos y vengativos" de Nissan y su firma de abogados, Latham & Watkins, por tramar los cargos. Su única opción era protegerse a sí mismo y a su familia.
"No estoy por encima de la ley", asevera el empresario, "pero no tuve más remedio que huir de Japón" donde la tasa de condenas es del 99%. "Elegir huir fue la decisión más difícil de mi vida".
UNA LARGA CONSPIRACIÓN QUE GHOSN COMPARA CON PEARL HARBOR
Aunque no revela los detalles de su fuga, a Ghosn no le importa entrar en los detalles de lo que considera que fue una conspiración contra él. Todo comenzó, dice, con el declive de Nissan en 2017, y señala a Hiroto Saikawa, el antiguo CEO.
La relación entre Nissan y Renault era inestable, había cierta envidia de los japoneses hacia la marca francesa, y dentro de Nissan habrán llegado a la conclusión de que la mejor manera de acabar con la influencia de la compañía francesa era deshacerse de Ghosn, según su versión.
Es ahí donde el expresidente de Nissan hace una comparación entre este complot y el ataque japonés a la base estadounidense de Pearl Harbor: cuando sus amigos le preguntan si no se dio cuenta de que la conspiración se estaba formando, Ghosn les responde que Estados Unidos tampoco se dio cuenta del ataque a Pearl Harbor. Así, en su opinión, los empresarios de Nissan, los fiscales y el Gobierno japonés se unieron a una "campaña sistemática, llevada a cabo por un puñado de protagonistas malévolos, para destruir" su reputación y atacar su carácter.
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