El nombramiento del marido de Teresa Ribera como presidente de la CNMC roza el conflicto de intereses

Mariano Bacigalupo, marido de la actual vicepresidenta para la Transición Ecológica, es favorito para presidir la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que regula los mercados, como el sector energético, en el que Ribera tiene competencias.

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La nueva vicepresidenta de Transición Ecológica y Reto Democráfico,Teresa Ribera, posa con la cartera del Ministerio de Transición Ecológica

 

La nueva vicepresidenta de Transiciu00f3n Ecolu00f3gica y Reto Democru00e1fico,Teresa Ribera, posa con la cartera del Ministerio de Transiciu00f3n Ecolu00f3gica


Mariano Bacigalupo, consejero de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), es el principal favorito para presidir este organismo regulador. Ostenta el cargo desde 2017 a propuesta del PSOE y es el marido de la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Un hecho que podría desembocar en un conflicto de intereses, pues la CNMC regula los mercados, como el sector energético, en el que la ministra Ribera tiene competencias.


La CMNC debería actuar como un organismo público independiente del Ejecutivo y con personalidad jurídica propia, aunque sus 10 miembros –presidente incluido- los nombra el Gobierno.


Según ‘Expansión’, Bacigalupo es el candidato principal para el relevo del actual presidente de la CNMC, José María Marín Quemada. Él y cuatro consejeros del organismo regulador ya cumplieron en septiembre de 2019 su mandato de seis años, que es el plazo máximo de permanencia. Pero su renovación se ha ido retrasando porque el Ejecutivo ha estado en funciones.


El Consejo de la CNMC es el órgano colegiado de decisión, y “está sometido a un estricto régimen de incompatibilidades”. Sus consejeros deben superar un examen de idoneidad ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, que por el momento todavía no se ha constituido.


La ministra Ribera, estando en funciones el pasado verano señaló que uno de sus objetivos era legislar para la regulación y ordenamiento del acceso a la red de los nuevos megavatios de energías renovables para evitar posible “burbuja” por el número de petición de licencias superior a lo esperado.


El caso es que la regulación y el arbitraje del sector de la energía es una de las tareas prioritarias de la CNMC, y la vicepresidenta de Transición Ecológica tiene competencias en la regulación de ese sector desde el Gobierno. Y esto podría derivar en un conflicto de interés, como señala ‘La Razón’.


El presidente de la CNMC ocuparía la presidencia de la Sala de Competencia (una de las dos, junto a la de Supervisión Regulatoria, que integran la CNMC). Y como señala este diario, “el marido de Ribera ha tenido en estos últimos años una especial dedicación a la regulación del sector energético, ya que en su trayectoria profesional figura, entre otros cargos, haber sido vicesecretario general y secretario general de la Comisión Nacional de la Energía”.


A la vicepresidenta de Transición Ecológica se le presenta un problema no menor, ya que debería inhibirse en el Consejo de Ministros en los asuntos que tengan relación con los sectores regulados por CNMC, entre ellos el sector energético, clave entre las competencias de Ribera en su cargo.

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