Moncloa teme el desgaste del "núcleo duro" del Gobierno por la crisis del Covid-19

Pedro Sánchez ordena que Margarita Robles, José Luis Ábalos y Fernando Grande-Marlaska no vuelvan a participar en la Conferencia de presidentes autonómicos.

|
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el ministro de Sanidad, Salvador Illa; la ministra de Defensa, Margarita Robles

 

La crisis provocada por el coronavirus está achicharrando al Gobierno. Al menos esa es la impresión que se tiene en Moncloa. De ahí que Pedro Sánchez haya tomado una decisión para preservar la integridad del "núcleo duro" del Ejecutivo: Marlaska, Ábalos y Margarita Robles han sido apartados de la Conferencia de presidentes económicos que se celebra de forma regular cada sábado.


Ahora se incorporan en estas reuniones semanales con las comunidades la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero; la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, y el ministro de Sanidad.


Sánchez es consciente de que al margen de Salvador Illa, los tres ministros se han convertido en los rostros de la gestión del estado de alarma por las competencias que contienen sus departamentos. Incluso en el caso de Defensa, cuya titular, Margarita Robles, ha salido unánimemente reforzada en los sondeos de opinión, se prefiere reducir la presencia del "núcleo duro" del Gobierno en vistas a la complicada época post-pandemia que empieza a vislumbrarse en el horizonte.


El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el ministro de Sanidad, Salvador Illa; la ministra de Defensa, Margarita Robles


Asimismo, Pedro Sánchez ha querido también que Fernando Grande-Marlaska, Margarita Robles y José Luis Ábalos queden fuera de la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social. Esta sobreprotección de los tres ministros indica, contrariamente a lo que pueda pensarse, la extrema confianza que Sánchez deposita en ellos.


Las constantes rectificaciones sobre el uso de las mascarillas en público o sobre la duración del estado de alarma, unido a algunas notables meteduras de pata como la del general de la Guardia Civil, José Manuel Santiago, preocupan a un Ejecutivo que ha mimado su imagen desde el primer día en que tomó posesión del cargo. Menos exposición pública, más control del poder: esa es la estrategia del Gobierno.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
AHORA EN LA PORTADA
ECONOMÍA